Son muchos los pueblos de La Mancha que tratan de ser aquél pueblo cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse en la novela de El Quijote.
Entre los diversos pueblos manchegos donde discurre la ruta del Quijote, existe uno que ni siquiera necesita entrar en tal competición. Su nombre viene explícito en varios capítulos de la obra y en el mismo nombre de la musa que, con pelo en pecho -como diría Sancho-, da rienda suelta a las locuras del protagonista.
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Hablamos de El Toboso. Entre Quintanar de la Orden, los fotogénicos molinos de viento que podemos encontrar en Mota del Cuervo y de Campo de Criptana, se levanta este tranquilo pueblo manchego donde el turismo, la historia y su cultura giran entorno a la gran obra de Miguel de Cervantes.
El Toboso es relativamente pequeño y podremos ver sus lugares más emblemáticos en una visita de un día. Gracias a su buena ubicación en el corazón de La Mancha, nos permite efectuar una parada en el camino y conocer sus rincones más interesantes.
A continuación vamos a echar un vistazo a los sitios que podemos ver en El Toboso:
Índice de contenidos
El Museo Cervantino
El Museo Cervantino abrió sus puertas en 1983 aunque su idea original parte del 1927 y ha estado en la mente de todos los alcaldes que ha visto El Toboso.
En el museo de expone una gran colección de ediciones de El Quijote que han sido adquiridos a través de donaciones. Actualmente existen más de 600 ediciones escritas en 73 lenguas distintas. La más antigua consta del 1755.
Encontramos ejemplares de lo más variopinto, con dedicatorias firmadas por diferentes personajes del mundo de la cultura y de la política. Todos los presidentes del gobierno español han aportado su propia edición con firma y dedicatoria. Asimismo, nos encontramos con rarezas como las versiones de un trío con los que dudo que te apeteciera pasar una velada romántica: Hitler, Gadafi y Franco.
La Plaza Mayor de El Toboso
Las casas solariegas con sus escudos familiares labrados en la piedra, la iglesia San Antonio Abad y el Ayuntamiento rodean la plaza Mayor de El Toboso con su típico estilo manchego. En su interior encontramos un amplio y agradable espacio y la figura de Don Quijote dando pleitesía a Dulcinea.
La iglesia de San Antonio Abad, conocida como la Catedral de La Mancha, ya aparece descrita por el mismo Cervantes en el capítulo IX de la segunda parte de la novela. Hoy en día sigue en pie mostrando su estilo de gótico tardío con sus sorprendentes dimensiones con planta de salón y tres naves.
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Casa de Dulcinea
Dice la leyenda que Miguel de Cervantes tuvo un despecho amoroso con una mujer oriunda de El Toboso. Pertenecía a la familia Martínez Zarco y en el pueblo nadie duda de que Ana, esta ilustre toboseña, fue la Dulcinea de la realidad que inspiró al autor a la hora de vislumbrar la musa que haría los delirios de Don Quijote.
En El Toboso la antigua casa de labranza de la familia Martínez Zarco sirve de pretexto ideal para ver cómo era una casa manchega de la época en unas condiciones ideales y asimismo recrearnos en el personaje de la novela que dio la gran fama a El Toboso.
El Monasterio de las Trinitarias de El Toboso
A unos 5 minutos andando de la Plaza Mayor y frente al verde de la plaza de la Constitución, encontramos el convento de las Trinitarias, declarado Bien de Interés Cultural de España. Se fundó en el siglo XVII y presenta un estilo sobrio y elegante.
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Se puede realizar la visita al museo así como acceder parcialmente al claustro del monasterio.
Convento de las Clarisas
El convento de las Clarisas se levanta en la glorieta de García Sanchís, uno de los rincones más verdes y más bonitos de El Toboso. Fue construido durante el siglo XVI y restaurado en el siglo pasado. Aun así, mantiene fielmente su estilo renacentista.
En su interior las religiosas de este recinto son en parte responsables del por qué los Caprichos de Dulcinea están tan ricos.
Una Ruta Literaria por El Toboso
A lo largo de El Toboso encontraréis varios textos escritos en la pared pertenecientes a El Quijote. Se trata del fragmento del capítulo IX de la segunda parte en la que Quijote y Sancho se adentran en El Toboso con el objetivo de encontrar a Dulcinea.
Nosotros, en pleno siglo XXI, podemos seguir los pasos y las palabras de los dos protagonistas y llegar hasta la misma Casa de Dulcinea como antaño hicieron en su vida de ficción.
Los pozos de El Toboso
Los pozos abastecían al pueblo desde épocas remotas y, al contrario de muchos otros lugares, se encuentran en un estado perfecto de conservación.
En el pueblo y en sus alrededores existen 3 pozos con un estilo característico. El pozo más antiguo consta del siglo XII. Cada uno muestra una decoración particular con brocales de piedra en su exterior y sostenidos por arcos de medio punto.
Dónde dormir en El Toboso
Podemos ver El Toboso en una visita de media jornada o un día. No obstante, si queréis disfrutar de una experiencia Cervantina al 100% os aconsejo hospedaros en La Casa de la Torre.
Se trata de una casa rural que sigue fielmente el estilo de casa manchega, con un gran fondo literario y un cuidado esmerado. Sin duda, un museo en vida dedicado a la obra de Miguel de Cervantes.
Cada una de las habitaciones tiene nombre cervantino. En mi caso, me instalé en la habitación de El Licenciado Vidriera.
Cómo llegar a El Toboso
En coche
El Toboso se encuentra a pocos kilómetros de la autopista AP-36 entre Quintanar de la Orden, Mota del Cuervo y Campo de Criptana. Desde Aranjuez llegaremos en coche en una hora aproximadamente siguiendo la misma autopista. Una distancia similar que encontraremos desde Albacete en sentido contrario.
En transporte público
La empresa de autobuses Samar ofrece 5 trayectos diarios desde Madrid Estación sur hasta El Toboso cuyo trayecto dura 1 hora y 45 minutos. El precio sale a unos 11 euros.
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