La capital de Cantabria se erige frente al mar, elegante, tranquila, dejándose mecer por las saladas aguas del Cantábrico con esa melancolía que la hace tan atractiva. A pesar de ser la ciudad más poblada de la comunidad autónoma, no pasa de los 180.000 habitantes – 300.000 si tenemos en cuenta los suburbios que se extienden alrededor de la bahía de Santander -, lo cual le confiere esa agradable atmósfera de urbe acogedora en la que la vida transcurre a un ritmo distinto al que quiere marcar una época en la que la tecnología y el capitalismo lo acelera todo.
Intentar disfrutar de las mejores cosas que ver en Santander en un día no es algo sencillo, pues si rascas un poco la superficie de la urbe, encontrarás un gran número de atractivos que no querrás perderte. Sin embargo, si no puedes disponer de más tiempo en tu viaje, te vamos a ayudar a hacer de esas 24 horas en Santander una experiencia grata e inolvidable. De esas que hacen que te quedes con ganas de más. Así, seguro que regresarás.
La primera buena noticia es que, al no ser una ciudad muy extensa, puedes gozar a pie de todas las cosas que ver en Santander en un día. Ponte calzado cómodo, que comenzamos nuestra ruta:
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Mejores lugares que ver en Santander en un día
1. Palacio y península de la Magdalena
Una visita a Santander en un día nunca estará completa sin explorar a fondo la bella península de la Magdalena.
Este lugar, que albergó importantes baterías y fortalezas defensivas en el pasado, presenta hoy un bello parque de unas 25 hectáreas, rodeando un palacio. Aquí la gente puede pasear bajo la sombra de pinos marítimos, hacer un recorrido en tren por la península o disfrutar de las numerosas y magníficas vistas panorámicas del perfil costero de Santander. No te preocupes, el lugar no es tan grande y en solo 15 minutos probablemente lo habrás recorrido entero.
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En el punto más alto de la península se encuentra el magnífico Palacio de la Magdalena, abierto para visitantes. Es una antigua residencia real de verano construida a principios del siglo XX para el disfrute del monarca español Alfonso XIII, quien pasó aquí sus temporadas estivales entre 1912 y 1929. Como solía pasar en la época, el traslado del rey atrajo la mirada de la nobleza, comenzando también a «emigrar» a Santander durante los veranos. Esto se tradujo en nuevas construcciones señoriales cerca de la Playa del Sardinero y una clara subida del nivel de vida en la ciudad.
Hoy en día, alrededor de 60,000 personas visitan este palacio cada año. Además, es la sede de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y acoge eventos y celebraciones anuales como concursos de hípica y algunos de los actos del Día Infantil de Cantabria.
2. Playa del Sardinero
Y es precisamente la playa del Sardinero, que puede ser contemplada en todo su esplendor desde lo alto de la península de La Magdalena, la más emblemática que ver en Santander. Bueno, en realidad no se trata de una playa, sino de dos, que son conocidas con los originales nombres de Primera Playa del Sardinero y Segunda Playa del Sardinero. Según cuenta la leyenda, antiguamente, una era para las clases pudientes y la otra para la gente más humilde.
Sea como fuere, hoy en día el Sardinero es un lugar perfecto para pasear, no solo en verano sino en cualquier otro momento del año. Puedes hacerlo tanto por la arena como por el paseo marítimo que se halla adornado con zonas verdes y escoltado por un buen número de edificios emblemáticos de la ciudad, como el Gran Casino del Sardinero, el Palacio de los Deportes – con capacidad para 10.000 personas – y el Palacio de Exposiciones y Congresos.
Obviamente, en verano hallarás aquí un hervidero de gente durante todo el día. Dándose un baño en el Cantábrico hasta la caída del sol y en el paseo marítimo más tarde.
3. Museo Marítimo del Cantábrico
Y sin dejar el aspecto del mar, tan ligado a la ciudad, otro de los lugares que ver en una visita de un día a Santander debe ser su completo e interesante Museo Marítimo del Cantábrico. En él podrás aprender todo lo necesario sobre la relación del hombre con el mar (sobre todo, el Cantábrico).
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Las exhibiciones permanentes del museo están compuestas por materiales que comenzaron a recopilarse en el siglo XVIII, siendo uno de los museos marítimos más completos e importantes de Europa. Las muestras están divididas en cuatro grandes bloques: la vida en el mar, el Cantábrico y la mar en la historia, pescadores y pesquerías, y la vanguardia tecnológica frente a la mar.
El edificio del museo se halla al pie de la bahía de Santander y, aunque fue construido hace algo más de 40 años, fue renovado a principios del milenio.
4. Centro Botín
Si eres un amante del arte, el Centro Botín debe encontrarse entre tu lista de lugares que ver en Santander en un día.
Este lugar es el centro artístico más innovador de Santander, ubicado en un edificio futurista con aspecto de nave espacial y diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano (ganador del prestigioso Premio Pritzker de arquitectura en 1998). El Centro Botín abrió sus puertas en el año 2017 y está especializado en artes contemporáneas. Sus exhibiciones comprenden un buen número de disciplinas distintas, desde vídeo y fotografía hasta pintura y escultura. Aquí puedes ver trabajos de artistas internacionales como Carlos Garaicoa, Mona Hatoum, Joan Jonas, Jannis Kounellis y Julie Mehretu.
Además, también posee un ala dedicada íntegramente a actividades educativas y, gracias a sus privilegiadas vistas sobre la bahía es también uno de los lugares preferidos por los santanderinos para tomarse algo en la zona de restauración que se halla en los bajos del centro.
5. Faro de Cabo Mayor
Salimos momentáneamente del casco urbano de la ciudad para visitar uno de esos lugares que invitan a quedarse durante horas simplemente contemplando el horizonte. Se trata de cabo Mayor, un bello saliente de tierra que se adentra en las bravas aguas del Cantábrico del norte de Santander.
Sobre un acantilado cubierto de verde, que presenta un limpio corte transversal que deja a la vista las distintas capas de las rocas, se eleva un faro que posee casi dos siglos de historia. El faro de Cabo Mayor fue inaugurado en 1839 y se eleva 91 metros hacia el cielo del norte. Aunque en él vivían los fareros, la superficie habitable fue estrechándose conforme se fueron incorporando nuevos instrumentos y equipos técnicos, por lo que en 1935 se construyó el edificio adyacente al que se trasladaron aquellos individuos solitarios. Allí vivieron hasta el 2001, siendo uno de los faros de España que más tiempo ha mantenido esa vieja tradición de tener un farero durmiendo en él.
Desde entonces, esas antiguas casas se han aprovechado para albergar el Centro de Arte Faro de Cabo Mayor, donde se expone la magnífica obra de la colección Sanz-Villar, que está constituida por más de 200 piezas de distinto formato y por un excelente conjunto de casi mil dibujos, acuarelas, grafitos, todos ellos dedicados por Eduardo Sanz a los principales faros del litoral español. Una preciosa colección para los amantes de estos edificios misteriosos que guardan las costas.
6. Catedral de Santander
La catedral de Santander fue construida entre finales del siglo XII y el XIV en estilo predominantemente gótico (aunque ha sido remodelada en varias ocasiones) y sobre las ruinas de un antiguo monasterio de la época romana que se encuentra en la cima de una colina que dominaba la entrada al puerto de la ciudad.
Dónde dormir en Santander
Santander ofrece una gran variedad de alojamiento para satisfacer a cualquier tipo de turista: apartamentos, hoteles, hostales… A continuación te dejamos algunos buenos lugares donde dormir en Santander:
- Hospedaje Magallanes: Perfecto alojamiento en el centro de Santander. Difícil encontrar otro con esta relación calidad-precio.
- Hotel Picos de Europa: un dos estrellas con apariencia de tres, perfectamente ubicado en el centro de Santander.
- Hotel Bahía: la mejor opción para una escapada romántica en Santander. Vistas impresionantes sobre la ciudad y la bahía.
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El edificio es austero, pero posee mucho encanto, destacando los restos de la iglesia románica del Santo Cristo. Fue renovada casi por completo tras el gran destrozo que sufrió en el gran incendio que asoló el centro histórico de Santander en 1941. En su interior puedes encontrar la tumba del gran escritor, crítico literario e historiados Menéndez Pelayo.
7. Casco histórico
Precisamente, el centro de Santander es un claro ejemplo de superación tras un gran desastre, como fue el incendio de febrero de 1941.
Hoy, el casco histórico de la ciudad luce esplendoroso. Paseando por él puedes admirar las bellas plazas Porticada, Pombo y Cañadío, además del Mercado de la Esperanza, el majestuoso edificio del Ayuntamiento, la iglesia del Sagrado Corazón, el Mercado del Este, el interesante MUPAC (Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria), el Club de Regatas o la Filmoteca Regional. A eso hay que añadirle un laberinto de calles estrechas repletas de pequeños comercios decorados con mucho gusto, bares y cafeterías.
Sin duda, pasear sin rumbo por el casco histórico es una de las mejores cosas que hacer en tu visita de un día a Santander.
8. Esculturas de los Raqueros
En el muelle de Calderón, mirando a las aguas de la bahía de Santander, las esculturas de unos niños aparecen impertérritas llueva, nieve o haga sol. Son los raqueros.
Según la RAE, un raquero es un «ratero que hurta en puertos y costas». A finales del siglo XIX y primera mitad del XX, los niños de las zonas portuarias más desfavorecidas se criaban en la calle y descendían a los puertos en busca de algún turista despistado o poder recoger las monedas que les tiraban los ricos (muchas veces, directamente al agua). Los raqueros no fueron exclusivos de Santander, pues se sabe que existieron en lugares como Cartagena o Cádiz, pero aquí, el escultor santanderino José Cobo Calderón quiso dejar un recuerdo en bronce de su existencia.
Las esculturas fueron creadas en 1999 y desde entonces ha sido uno de los lugares más fotografiados de Santander.
9. Mercado de la Esperanza
Si quieres tomar el pulso a una ciudad, no hay nada como sentarte a ver la vida pasar por sus mercados. Por ello, si te gusta este tipo de actividad, tendrás que incluir al Mercado de la Esperanza en tu listado de cosas que ver en Santander en un día.
El Mercado de la Esperanza, levantado en piedra, acero y cristal, abrió sus puertas en 1904 y fue diseñado por los arquitectos Eduardo Reynalds y Juan Moya. Más de un siglo después, aquí encontrarás más de 80 puestos en los que se venden frutas, verduras, quesos, carnes y los estupendos pescados y mariscos recién sacados de las aguas del Cantábrico.
10. Escapada al Parque de la Naturaleza de Cabárceno
Si viajas en familia, quizás un buen plan en tu día en Santander sea visitar el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, que se encuentra a unos 20 km del centro de la capital cántabra.
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Este lugar no se trata de un zoológico convencional sino que es un lugar en el que se intenta educar a todo el mundo sobre la importancia de la preservación del hábitat de los muchos animales diversos que allí se encuentran. Aquí podrás ver a jirafas, bisontes, osos o camellos, entre otros. Además, existe la opción de tomar un teleférico y contemplar esta bella estampa desde el aire. La visita al parque puede llevar horas, por lo que quizá necesites un segundo día en Santander para poder hacerla. Sin embargo, eso no será un problema porque seguro que la ciudad ya te habrá atrapado. ¿Verdad?
Disculpa. Hemos subsanado el error. Gracias por tu ayuda! Saludos
Has puesto una foto de la concha como si fuera El Sardinero…