Los 8 pueblos más bonitos de Galicia

He tenido la fortuna de viajar a Galicia en incontables ocasiones. De hecho, ahora trabajo parte del año como guía para extranjeros en el Camino de Santiago. Esta región del noroeste de España es una tierra bendecida, con un sinfín de lugares atractivos, tanto naturales como construidos por las manos de las humildes, nobles y acogedoras personas que pueblan la zona. Si quieres descubrir esta realidad, no debes dejar de visitar algunos de los pueblos más bonitos de Galicia.

Galicia posee pueblos encantadores de todo tipo, tanto en su interior como en la costa. Son lugares repletos de tradiciones, monumentos y edificaciones que nos recuerdan a un pasado en el que España aún era mayormente rural. Además, la naturaleza que los rodea son el marco ideal para disfrutarlos a fondo.

Estos son algunos de los mejores pueblos que ver en Galicia.

Mapa de los pueblos más bonitos de Galicia

 

1. Betanzos, uno de los pueblos más bonitos de Galicia

Betanzos es uno de esos lugares que sorprende a todos los viajeros. Al menos a mí me sorprendió muy gratamente.

Se trata de una localidad que posee un casco histórico de los que dejan huella. En él encontré joyas como la iglesia de Santiago, levantada en el siglo XV, por orden de Fernán Pérez de Andrade, en estilo gótico; la de Santa María de Azogue, construida entre los siglos XIV y XV y en cuyo interior podrás admirar el único calendario agrícola que existe en Galicia; o la de San Francisco, que completa la hermosa trilogía de iglesias góticas que ver en Betanzos.

Pero no todo son iglesias. Las casas que se asoman a las callejuelas peatonales del casco histórico muestran coloridas balconadas de madera. En sus bajos hay pequeños bares, restaurantes y comercios de toda la vida, como la Farmacia del Doctor Couceiro Serrano, que presume de ser la más antigua de Galicia.

El paseo de los Caneiros, la plaza de los Hermanos García Naveira y el Museo de As Mariñas (uno de los museos más originales y diversos que he visto en mi vida) son otras de las cosas que no te puedes perder en este, uno de los pueblos más bonitos que ver en Galicia.

2. Combarro, una villa pesquera en las Rías Baixas

Las Rías Baixas es una zona que puede presumir de resultar una auténtica maravilla, tanto paisajística como cultural.

Uno de los pueblos que puedes encontrar en la zona es Combarro.

Considerado por muchos como el pueblo más bonito de Galicia, Combarro está situado a escasa distancia – unos 15 minutos en coche – de Pontevedra. Es especialmente conocido por sus hórreos, así como por las tradicionales casas marineras cuyas fachadas son batidas por los vientos del Cantábrico, pero aguantan estoicamente, demostrando ser tan duras como sus curtidos propietarios.

En cuanto a los bellos y curiosos hórreos, se construyeron en los siglos XVIII y XIX para almacenar alimentos. Las coloridas casas costeras aquí tienen balcones de madera o piedra bien conservados, que brindan excelentes vistas al océano.

Y por supuesto, no puedes marcharte de Combarro sin probar sus maravillosos mariscos y pescados frescos. El Bar Pedramar y la Bodega O Bocoi son dos buenos lugares para hacerlo.

3. Monforte de Lemos

Situado en la provincia de Lugo, en el este de Galicia, Monforte de Lemos es uno de los pueblos más bonitos de Galicia que ver en la parte interior de la región.

Está considerado como la localidad principal del contorno de la maravillosa Ribeira Sacra, lugar en el que hallarás los bellos cañones de los ríos Sil y Miño. Alrededor del pueblo se extienden numerosos viñedos en los que se cultivan los apreciados vinos gallegos.

Monforte de Lemos también es conocido por su centro urbano bien conservado, que alberga numerosos monumentos de los siglos XVII y XVIII, imponentes iglesias y magníficos miradores. Dos de los principales lugares de interés para ver aquí son el Monasterio de San Vicente do Pino (un edificio del siglo XVII que ahora alberga el Parador de Monforte de Lemos), el Colegio de Nuestra Señora de la Antigua, el Convento de las Clarisas (del siglo XVII) y el puente Ponte Vella, que data del siglo XVI.

También merece la pena pasearse por la antigua judería del pueblo. Aquí habitó una próspera comunidad judía desde el siglo XI.

4. Baiona, otro de los pueblos pesqueros más bonitos de Galicia

En los anales de la historia quedó siempre que Baiona (o Bayona) fue el primer puerto español al que llegaron las noticias de que Cristóbal Colón había descubierto unas nuevas tierras en el occidente del mundo. Los emisarios de tales nuevas iban a bordo de La Pinta, una de las tres carabelas con las que el navegante al servicio de la corona de España había emprendido su aventura.

Pero la historia no es la única razón por la que se debe situar a Baiona entre los pueblos más bonitos de Galicia.

Esta localidad pontevedresa también posee un magnífico entorno natural, increíbles playas, sabrosa gastronomía y un centro histórico que ha sido declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico.

En ese casco histórico resalta el Castillo de Monterreal, el cual domina una península, la del Monte Boi, y desde el que puedes admirar una de las mejores panorámicas de la ciudad.

Por supuesto, no puedes dejar de visitar el Museo de la Carabela Pinta, albergado en el interior de una réplica de la famosa nave; y tampoco la maravillosa Ex-Colegiata de Santa María de la Anunciada, que hoy en día es la iglesia parroquial de Baiona y fue construida sobre otro templo anterior en el siglo XII.

Si la visitas en verano, seguro que querrás darte un chapuzón en cualquiera de sus tres playas: Ribeira, Barbeira y Concheira.

5. Camariñas, un pueblo de la Costa da Morte entre los más bonitos de Galicia

Situado en la provincia de La Coruña, a lo largo de la Costa da Morte, Camariñas es parte del Camino de los Faros (O Camiño dos Faros), una espectacular ruta de unos 200 km que une Malpica con Finisterre bordeando el litoral gallego.

Cerca de Camariñas se encuentra el Faro Vilán, que posee el honor de ser uno de los más impresionantes de España.

Con su bonito puerto deportivo lleno de barcos de pesca y lindas calles estrechas, Camariñas es una base ideal para explorar la zona de la Costa da Morte.

Otra cosa curiosa sobre este pueblo coruñés, es que se ha convertido en la capital española del encaje de bolillos. Aquí, esta técnica es una verdadera obra de arte, y las bolilleras realizan sus magníficas piezas utilizando las técnicas tradicionales. Para aprender todo sobre ello, no dejes de visitar el Museo do Encaixe.

Otros lugares imprescindibles en Camariñas son el cementerio de los ingleses, la Ruta de los Naufragios (espectacular recorrido por acantilados y playas), la Ensenada de Trece (una de las playas más salvajes del municipio), la Duna Rampante (de unos 90 metros de altura) y Monte Blanco.

6. O Cebreiro, un mito en el Camino de Santiago

Situado en lo alto de las montañas en la frontera de Galicia y Castilla y León, O Cebreiro es un pequeño pueblo con calles empedradas y antiguas casas circulares con techo de paja llamadas pallozas.

Estas viviendas se remontan a la época celta y muchas todavía están en uso.

O Cebreiro es también uno de los puntos claves del Camino de Santiago, pues aquí se encuentra un mítico puerto de montaña que hace que muchos de los que realizan el Camino de Santiago en bicicleta echen el pie a tierra y acaben empujando su «montura». Los paisajes que rodean al pueblo son realmente hermosos. Uno de esos lugares donde quedarte unos días para desconectar de todo y disfrutar de la naturaleza y la vida sencilla.

7. San Andrés de Teixido, uno de pueblos más bonitos de Galicia y lugar de peregrinaje

Un antiguo proverbio gallego reza: «A San Andrés de Teixido, vai de morto o que non foi de vivo» («A San Andrés de Teixido va de muerto el que no fue de vivo»). El significado está claro: todo gallego tiene que pasar por este, uno de los pueblos más bonitos de Galicia, al  menos una vez, ya sea mientras está vivo o como espíritu.

A lo largo de los años, esto ha dado lugar a un sinfín de curiosas historias y leyendas, como, por ejemplo, encontrarse con alguien que paga dos billetes de autobús hasta el santuario porque dice que está viajando con el alma de un familiar que no fue a San Andrés en vida.

Creencias a parte, San Andrés de Teixido es una preciosa villa que se encuentra rodeada de una naturaleza exuberante. Altísimos acantilados, bosques, verdes prados y las aguas del Cantábrico en su estado más brioso y puro.

En el pueblo destaca la iglesia dedicada a San Andrés. Construida entre los siglos XVI y XVIII posee un bello retablo barroco. En general, es un lugar tranquilo, excepto cuando hay días señalados de peregrinación, cuando se convierte en un auténtico hervidero de gente.

Cerca de él, no te puedes perder el Mirador de Garita da Herbeira o el magnífico faro de Cabo Ortegal.

8. Cambados, albariño y duras mariscadoras

Las bodegas de Albariño son protagonistas de la villa pontevedresa de Cambados. Una forma muy amena de comprobar esto es visitando el famoso Pazo de Fefiñáns, donde puedes realizar un tour explicativo que acaba, como no podía ser de otra manera, con una interesante cata de vinos.

Este pazo tiene su origen en un palacio construido en piedra en el siglo XVI y su fachada es una de las estampas más reconocibles del pueblo.

Un pueblo del que no puedes marcharte sin conocer la vida de las mariscadoras de Cambados. Se trata de un trabajo durísimo, realizado sobre todo por mujeres, y del que puedes aprender todo lo necesario mientras realizas una visita con las amazonas de la asociación cultural «Mulleres do Mar do Cambados» (Guimatur). Es una experiencia que merece realmente la pena.

Después, siempre puedes caminar por su bello paseo marítimo, admirar las ruinas de la Torre de San Sadurniño (levantada entre los siglos VIII y IX) y visitar los restos de Santa Mariña Dozo, un templo barroco del siglo XVIII.