En estos momentos estoy a media pausa intentando digerir este nuevo programa de viajes de la Cuarto llamado Pekín Express. Por ahora, veo que más que un programa de viajes donde unos participantes disfrutan de conocer una nueva cultura, más bien se trata de una carrera sin respiro donde los concursantes van de un sitio a otro sin enterarse bien del lugar por donde pisan.
Un cámara sigue a los participantes allá donde vayan. A punta de cámara podemos ver cómo los locales se sienten de alguna manera obligada a colaborar e incluso, en una ocasión, a ofrecer dinero a uno de los concursantes para coger un autobús.
El reality, al fin y al cabo, más que hablar de lugares interesantes u ofrecer propuestas de viaje, viene a buscar a ver cuál de los participantes tiene el morro más largo.
Hoy hemos visto cómo la dinámica del programa incitaba a un concursante a robar perritos calientes por la calle y comida de una casa que los hospedaban. Cuando el mundo del reality tuerza todavía más la tuerca, no sé si llegaremos a ver a las gogos ofreciendo algún favorcillo sexual a cambio de un coche o veremos alguno desesperado robando coches por medio de Rusia.
Este tipo de shows no me parecen mal en ciudades donde el turismo está arraigado como en San Petersburgo o Moscú pero cuando empiecen a irrumpir en territorios alejados de las costumbres occidentales, ya sean comunidades perdidas por Siberia o incluso Mongolia, empezaremos a ver impactos sociales que no se deberían exprimir.
Pekín Express es un programa ideal para todos aquellos que les guste este tipo de shows donde se busca exprimir las cualidades de una persona en situaciones extremas. Pero sobre viajes, yo diría que tiene más bien poco.
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Creo que coincidimos bastante en cómo es este programa.
A pesar de lo visto ayer, creo que la parte que han recorrido hasta el momento es la más fácil.
Ya me gustará verlos en el desierto de Gobi o en plena estepa de Mongolia. Seguro que los oriundos se quedan flipados con las cámaras.
Por cierto, lo de robarles comida a gente muy pobre e pareció patético.
Un abrazo pachinkero!!!
pues si, yo no me veo a los gays ni a las petardas cruzar el Gobi con sus propias patas! me parece que más de uno se metió ahí sin saber bien donde se metía… al menos vamos a reír con mas de uno!
Pues sí, me empachinké! :)
Un abrazo
a ésto le llamo yo un comentario homófobo.
hombre toni, si quitamos el comentario fuera de contexto te doy toda la razon. Lo dije porque los vi en la primera escena completamente perdidos tratando de pillar un coche que los llevara en medio de una autopista, no quiero ni imaginarmelos perdidos por el desierto del gobi que cara se les va a poner… con ello no pretendia ofender a ningun colectivo en absoluto. lo siento si fue asi.
saludos
Es la primera vez que escribo en este blog, que dicho sea de paso, es una maravilla. Me sorprende no obstante la crítica fácil al programa, bajo el pretexto de que los concursantes no viajan –corren- y que además el concurso puede incitarles a conductas reprobables y/o ilícitas.
Precisamente en eso consiste el programa, en correr y llegar antes que el resto de concursantes en una carrera contra el tiempo, agudizando para ello el ingenio. Vaya, al estilo Phileas Fogg, quien tampoco creo que dispusiera de tiempo suficiente para profundizar en las costumbres del lugar.
Consiste pues en un reto/concurso, mucho más agradable de ver que la ratonera del gran hermano o derivados y que puede tener la virtud de animar a la gente a viajar, sin necesidad de grandes despilfarros, desconociendo incluso por completo el idioma. Yo por mi parte viajé de gratis un rato la noche del domingo, lo cual ya es mucho…
Hola Victor, me alegro que te guste el blog. La critica se basa en mi primera impresion -erronea- de pensar que el programa se fundamentaba mas en la tematica viajera pero vi que no era asi. De todas maneras, le dare una segunda oportunidad esta semana, la verdad es que abre la curiosidad…
A mi me ha enganchado el programa. Las que sobran son las gogos, es ofensivo, y la dominicana faltando el respeto. Por el resto esta muy bien. El profesor de religión un poco chupotero, y muy mal perder, pero bien que ha gorroneado junto con la pareja de sevilla y y el chico con la asistenta dominicana. ese junto con las gogos fuera… los mejores los paisanos, la parejina, madre e hijo. Los de sevilla hacen el viaje ameno. Y me ha dado pena del matrimonio de barcelona.
han echado a las gogos
Bueno, vamos a ver… no nos llevemos a engaño nadie. Pekin Express no consiste en correr propiamente dicho. Ya vimos qué pasó en San Petersburgo cuando la go-go rubia quiso correr los cien metros, jeje, pobrecita. Si acaso, a veces andan un poquito. Algunos muy poquito, visto que muchos acampan al raso con su saco de dormir junto a la cuneta donde los acaban de dejar y aún con muchísimas horas de luz por delante; bueno, será que luces es lo que les falta. En Pekin Express siempre hacen autostop para ir de un sitio a otro, por lo que el grupo al que coja un coche antes, y con el coche más rápido, avanza más. Pura matemática. A las 19.00 todos tienen que abandonar el vehículo que les haya recogido y buscar un posible alojamiento. Que yo sepa Phileas Fogg no tenía restricción horaria y Pekin Express tiene poco de ingenio viajero en una ruta que ya está marcada de antemano por la organización (no pueden salirse de unos límites marcados en los mapas, según dice la página oficial; vamos, que todos van por la misma carretera, menos las petardillas que el otro día iban en otra dirección y si no fué porque el cámara o la organización las avisó que llevaban dos horas en otra carretera, que baje Dios y me cuente el que ni ellas se enteraban del por qué se tenían que bajar del camión y a dónde tenían que ir. Para mi que, o al cámara no le apetecía dormir en Samarkanda o es que se salían del límite de la ruta marcado. Será lo segundo, aunque eso no lo digan porque dá una imagen del programa menos aventurera).
Sigo explicando por qué Pekin Express, de aventura nada de nada. No es una carrera directa de Pskov a Pekin. Hay etapas que se dividen en partes. De la ciudad de salida a la ciudad de la prueba de inmunidad, siempre tienen que dormir una noche por el camino. Bueno, en la ciudad de salida han dormido en un hotel, y de nuevo lo harán en la ciudad de la prueba de inmunidad. Y cenarán caliente también en esos sitios. No es tan duro como lo pintan con lo de 1 Euro al día y más de uno/a llorando como una magdalena para que el ingenuo televidente piense desde su cómodo sofá: yo estaría igual. ¡Pero si sólo tienen que buscarse la vida en el día entre ciudades!, vas siempre con un cámara y a saber con cuántas furgonetas de apoyo detrás, y el euro te permite comprar agua embotellada para ese día y no beber en los arroyos. Y todo lo dicho también pasa de la ciudad de la prueba de inmunidad a la ciudad de la eliminación del último binomio que llegue. Bueno, eso si la única tarjeta que hay no dice lo contrario. Lo de la tarjetita es una chorrada como una casa. ¿Qué es, el comodín de la organización del programa? ¿No sería menos sospechoso si todos los sobres estuvieran allí delante, que escogieran uno y cada domingo, un sobre menos?
Lo de la furgoneta de apoyo lo digo porque es una VW blanca que ya ha aparecido alguna que otra vez. Igual me equivoco y sólo son un grupo de fans rusos que los siguen. Ese grupo de apoyo es quien recoge al cámara cuando los participantes encuentran casa, después de grabar un rato. Y lo lleva con los participantes por la mañana. Por eso los participantes siempre dicen que el alojamiento es sólo para dos. El cámara duerme con el resto del equipo de apoyo. Y si les toca dormir al raso, no os preocupéis mucho, que seguro que la furgoneta aparca a su lado y hasta les hace un fuego para no morir congelados por la noche (es que aún no veo a esas gemelas haciendo un fuego con madera húmeda del bosque, lo siento).
Bueno, pues cuando llegan a una ciudad: todos juntos de nuevo. Pues ¡vaya Phileas Fogg!, ¡vaya carrera! ¡es más bien como el Dakar!. Al final, en lo que consiste Pekin Express es no llegar el último a la ciudad de eliminación y aguantar hasta el final. Y claro, si puedes ganar el comodín de la inmunidad en la anterior ciudad, mejor, que los siguientes dos días puedes pasar de auto-stops y quedarte visitando la ciudad de salida. Yo lo haría así :)
Esa es otra: ¿cómo es que algunos que vemos que no los cogen en un coche o claramente no iban a llegar ni tres días después, al final aparecen en la ciudad siguiente? Respuesta: si no van a llegar, la organización los va recogiendo por el camino y los lleva al destino. Sí, sí, la “aventura” continúa.
Y claro, en todo “reality” hay algo que distorsiona la realidad: y es que llevar un cámara grabando todo y un cartel explicando en ruso que es un concurso de televisión y que necesitan que les lleven a tal sitio o que les alojen, despoja de todo uso del ingenio por parte de los participantes (el día en que la pareja de Madrid tenía que dormir en la parada del autobús y ella lloraba desesperada diciendo que quería irse a España; cuando llegó la señora que hacía un rato les dijo claramente que no podían dormír en su casa, para mi que fué pura oferta económica del traductor de ruso que lleva el equipo de apoyo… desconfiado que es uno, qué le vamos a hacer).
Si acaso el poco ingenio que deja el programa a los participantes se despliega claramente en la madre y el hijo sevillanos. ¡No son listos ni ná! ¡Qué vergüenza ajena siento al verlos! Eso sí, ahora coincido al decir que el programa no los incita a esas conductas reprobables y/o ilícitas. Ya les han llamado la atención.
O ¿el ingenio será para conseguir que te recojan lo antes posible haciendo auto-stop? Porque es lo que marca la diferencia para no llegar el último. De nuevo, si el ingenio consiste en un poco de suerte, ser un poco listo con la imagen de confianza que presentas (los abueletes argentinos son unos máquinas en esto: el mismo uniforme los dos de tipo presentador del National Geographic, muchos parches y banderas americanas en la ropa, que eso siempre cae simpático al nuevo ruso, que por cierto será el que tenga el 4×4 más grande y rápido; y mucha camiseta y bufanda del Real Madrid, que ya es un símbolo internacionalmente reconocible), o simplemente tirar de tetas… en fin, cada uno usa sus mañas para que lo recojan o les den alojamiento.
Y lo de los idiomas, ¿qué me decís del nivel de inglés que se marcan los compañeros? Me duele el alma escucharles decir las dos o tres palabras inglesas que saben, y todavía más el pensar que, con tanto tiempo que llevan ya en Rusia no se han molestado ninguno en aprender alguna cosa más en ruso aparte del “da” y el “nasdravie”, que señores, ¡ya es dejadez! ¿qué carajos hacéis todo el día? Algunos todavía no saben ni decir gracias… En definitiva, es otro indicativo de la poca necesidad que tienen de decir algo coherente a la población local para poder terminar bien su viaje.
Por cierto, en Kazán una pareja tuvo la suerte de que les acompañara una chica rusa que consiguió preguntar y traducirles al inglés el anuncio del periódico que estaba en kazajo, e incluso los llevó en coche al sitio que decía el anuncio. Pero ¿y el resto? Si no saben nada: ni kazajo, ni ruso, ni inglés… ¿cómo es que llegaron todos apelotonados al punto de llegada que decía un anuncio en kazajo? aaah… esos son los misterios de los “realities”, queridos niños.
Y cuando en una prueba la única palabra que parece que memorizaron fue “kalinka”… Será la falta de azúcar. O de sentido común de los del casting.
En fin, Pekin Express tiene poco de aventura y mucho de “reality show”. Que no os vendan lo que no es. Yo, particularmente, seguiré viéndolo todos los domingos, porque me trae recuerdos de mis tiempos de mochilero por el mundo, con cuatro perras en el bolsillo y haciendo autostop en muchas ocasiones. Pero la verdad es que las vivencias del mundo real son muy diferentes a lo que vemos en Pekin Express. ¡Ya quisiera yo haber viajado como van ellos, así que no sé a qué viene tanto lloro y enfados entre ellos! Se tenían que recorrer los Balcanes en solitario como lo hice yo en 2003 y al primer día la mitad estaban secuestrados por una guerrilla albanesa, jajaja : ) Pero porque me gustan los programas de viajes, que muestran las culturas y realidades locales, lo veo. Eso sí, si a la misma hora me ponen un programa mejor como el de los viajes de Ewan McGregor, no lo dudaría. Es el primer programa de Pekin Express. Había muchas esperanzas y al final, poca cosa. A ver si aprenden de la experiencia y se atreven con algo más aventurero la próxima vez. Pero claro, igual los concursantes no pueden parecer sacados de Gran Hermano, que en el fondo, es lo que vende. Tíía, yo me identificooo con…
Un cordial saludo y sigue así: es un muy buen blog, ¡enhorabuena!
un lector ;)
Estupenda reflexion! Me habia fijado en la furgo de atras y en los comentarios de los participantes indicando que solo son 2 las personas que deben dormir. Como todos los realities, un tremendo show. Y de viajes, mas bien poco.
Gracias por pasarte por aqui! :)
alguien conoce la marca de ropa que llevan los argentinos??
gracias
Pekin,tambien conocido como Beijing, es la capital de China. Es un lugar ideal para conocer la antigua y moderna de China.
las furgonetas en China no tienen nada que ver con Volkswagen aleman. Ellos son hechos en el norte de China. Cada una tiene la marca de Jinbei.