La primera vez que visité Myanmar, allá por el año 2011, me sorprendió una cosa: vi a bastante gente que vivía con lo justo en un país que ha pasado largas décadas bajo una dictadura militar (y, en parte, aún sigue igual), pero también miles de pagodas, muchas de ellas con partes o estatuas de Buda recubiertas de pan de oro. En ese momento pensé que las religiones al final son un timo en cualquier parte. Bueno, de hecho, siempre lo pensé. No me cabía en la cabeza cómo levantaban templos que costaban un riñón cuando ellos no tenían para tener una casa digna. Pero claro, tampoco hay que irse muy lejos para ver casos del mismo tipo. Las catedrales católicas no se diferencian en nada de las pagodas y templos budistas.
La máxima expresión birmana de este sinsentido lo encontrarás en la ciudad de Bagan. Eso sí, un sinsentido precioso y sobrecogedor.
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Comparable a la famosa Angkor Wat, Bagan se encuentra en la meseta central de Myanmar. En ella encontrarás nada menos que unas 3.700 pagodas, templos y estupas de todas las formas, colores y tamaños.
La mayoría de ellas se construyeron en la época de esplendor del Imperio Birmano, entre los siglos XI y XIII. La fiebre comenzó con el rey Anawratha y se extendió a través de sus sucesores.
Si tienes solo dos o tres días para visitar Bagan, te resultará complicado saber qué templos visitar. Realmente, lo más divertido es alquilar una moto eléctrica (e-bike) y recorrer los caminos de tierra para descubrir las pagodas que nadie visita, esas que se encuentran medio derruidas y abandonadas por el paso del tiempo. Sin embargo, si que es cierto que hay algunos monumentos que no te puedes perder. Aquí te dejo algunos de ellos (según mi modestia opinión, en parte avalada por la opinión de las masas…of course).
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Shwe Zi Gon
La estupa de Shwe Zi Gon es una de las más antiguas de Bagan, y por ende, de Myanmar.
Su construcción comenzó durante el reinado del rey Anawratha (1044-1077), en torno al año 1059-1060 y fue completada en el 1102, cuando ya reinaba el hijo de Anawratha, Kyansittha.
El gran paraguas de su estupa está totalmente recubierto de pan de oro y, bajo la luz del sol, reluce de una manera extraordinaria.
La vi en su esplendor en el año 2015, aunque tan sólo un año después sería dañada por el potente terremoto que destrozó parte de Bagan. No fue el único terremoto que ha sufrido Shwe Zi Gon. Otros muchos ocurrieron a lo largo de los siglos. Con las reparaciones derivadas de ellos, algunas de los pisos escalonados de la estupa han sido cubiertos con placas de cobre, aunque los escalones más bajos se han preservado tal cual eran.
Más allá de su riqueza monumental, su importancia religiosa es enorme ya que se dice que aquí se encuentra un hueso y un diente de Siddharta Gautama, el cuarto Buda y el que estudiamos en el colegio.
Además de las cuatro estatuas de Buda, también hay estatuas de guardianes (parecen feos demonios) a la entrada de la pagoda. También hay figuras de los 37 nats birmanos, una especie de espíritus que confirman el sincretismo de la antigua religión birmana con el budismo que implantó Anawratha.
Shwe San Daw
Otra de las pagodas construidas por el rey Anawratha.
A mí esta me gusta bastante más, porque en lugar del color dorado, tiene ladrillos blancos y rojos, dándole un aspecto menos esplendoroso y más cercano. Más terrenal y mundano.
Realmente, no hay nada que ver en el interior de Shwe San Daw, ya que es maciza. La popularidad extrema que tiene entre la gente que visita Bagan se debe a otra cosa: es uno de los mejores puntos del lugar para ver el atardecer y el amanecer sobre Bagan.
No falla, cuando se acerca la hora en la que el sol comienza a caer tras las montañas de la otra orilla del río Ayeyarwady – arteria fluvial principal de Myanmar – un río de turistas comienza a tomar posiciones en los distintos escalones de Shwe San Daw. Desde el terremoto del 2016 no se puede acceder al último piso, pero no es necesario subir tanto para tener buenas vistas.
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Si tienes suerte y no hay nubes bajas, puedes disfrutar de una de las vistas más bellas de Bagan, con el resto de pagodas y el campo entre ellas incendidad por la luz naranja previa a la noche.
Eso sí, si quieres que sea un momento mágico, lo vas a tener más que complicado, ya que las voces y risas son una constante a esta hora. Una pena que la gente no pueda disfrutar de momentos así en recogimiento.
Si vas a ver amanecer, recuerda dejar el río a tu espalda.
Dhammayangyi Temple
La historia que encierra este templo es una de las más oscuras de todas las de Bagan.
Dhammayangyi fue construido por orden del Rey Narathu, un tipo realmente maléfico que llegó al poder de la manera más expeditiva posible. Siendo el hijo menor del rey, mató a su hermano mayor, a su padre y a la reina para autoproclamarse rey. Como el karma suele devolver a uno lo que ha sembrado en la vida, tres años después de llegar a rey él mismo fue asesinado.
El templo en sí es enorme y tiene cierta forma de pirámide egipcia. La gente local piensa que en el interior de sus muros aún se esconden muchos de los tesoros de Narathu, así que si algún día el templo termina por desmoronarse del todo, el saqueo será importante.
Este año, su cúspide estaba cubierta por una lona verde. También había sufrido por el terremoto del 2016.
En su interior, el templo, de planta cuadrada, tiene grandes pasillos con ventanales por donde corre el aire (cosa que se agradece una barbaridad en el horno que es Bagan) y grandes estatuas de Buda guardan cada punto cardinal. En uno de ellos hay dos Budas, uno junto al otro. Me contó un guía local que Narathu mandó ponerlos ahí para rezarles, como si fueran el padre y el hermano que él mismo asesinó. Pensaba conseguir su perdón de esa manera. No sé si esta versión es la cierta, porque el hecho sigue considerándose un misterio.
Es el único templo de Bagan que tiene dos estatuas de Buda juntos en una de las puertas.
Ananda Temple
Los Budas del magnífico templo de Ananda fueron los que más me impresionaron en Bagan. Impresionantes estatuas puestas en pie que parecen mirarte con una mirada juzgadora.
Dos de ellos son originales – del siglo XI – y los otros dos fueron levantados en el XVIII, ya que los originales fueron bloqueados por nuevos muros.
El exterior es precioso y acaba de ser reparado (en agosto 2017) de los daños que sufrió en el terremoto de agosto 2016. Eso sí, cuando te acercas a Ananda, piensas que estás llegando a algún parque Disney. Puestos de venta de souvenirs por todas lados, vendedores insistentes, autobuses de turistas… Sobrecarga un poquito, pero es un lugar que ver en Bagan.
Thatbyinnyu Temple
Con algo más de 60 metros, es de los más altos templos que ver en Bagan.
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Se halla junto al de Ananda y fue construido en el siglo XII, siendo de los primeros en los que se construyeron dos pisos en lugar de uno.
Sin duda Myanmar va a ser nuestro próximo destino, ¡gracias por la info!
Saludos.