Los mercadillos de Navidad en Bruselas

Luces, gastronomía y actividades familiares en uno de los mejores escenarios navideños de Europa

Hasta hace bien poco no tenía un especial interés para viajar en diciembre a las ciudades europeas donde se celebra la Navidad por todo lo alto. Más bien prefería buscar el calor en el lado opuesto de la Tierra donde arrecia el verano o perderme por alguna selva tropical del sudeste asiático. No obstante, con el tiempo las cosas cambian, la familia crece y la perspectiva cambia.

Puede que históricamente, España sea uno de los países más católicos del continente. No obstante, las ciudades del centro de Europa saben cuidar muy bien de la fiesta más querida de los creyentes y nos dan una buena lección de cómo animar las calles y disfrutar de la Navidad, aunque llueva, truene, nieve o haga un frío del carajo.

Casetas iluminadas por Navidad en Bruselas

Los mercadillos de Navidad se amontonan a lo largo de ramblas, bulevares y paseos. Bajo la luz de los adornos navideños ofrecen todo tipo de productos donde destaca la gastronomía con platos típicos de la región y el vino caliente con canela para alejar el frío del cuerpo.

Alguno de los más famosos se encuentran en Nuremberg, Berlin, Munich, Praga, Innsbruck, Viena o Bruselas.

Y es a este último al que decidimos acercarnos para vivir la experiencia de la Navidad en el centro de Europa.

Nos subimos a un Vueling en el aeropuerto de Barcelona con destino a Bruselas. Una vez en el avión me sorprendió ver que la conexión Wi-Fi en los vuelos ya es una realidad. Desde finales del pasado octubre, Vueling está incorporando red Wi-Fi a toda su flota de aviones.

Modalidades de acceso a Wi-Fi en los aviones de Vueling

¿Cómo funciona el sistema Wi-Fi en los aviones de Vueling?

El sistema es bastante sencillo. Existen tres modalidades con precios que varían desde los 3 euros hasta los 9 euros según la ruta y el uso de datos exigente o no que vayamos a necesitar.

Fly & Chat:Con un precio de entre 2 y 3 euros es el paquete sencillo que nos permite usar el correo electrónico y chatear durante el vuelo. Ideal para quien necesita estar al tanto de los últimos e-mails, responder al instante y estar al día en las conversaciones rápidas por WhatsApp o Skype.

Fly & Surf:Con 3 o 5 euros ya podemos hacer más cosas como navegar por la web con rapidez, estar al día en nuestras redes sociales como solemos hacer cuando tenemos literalmente los pies en la Tierra.

Fly & More:Es la versión más completa y el precio oscila entre los 6 y 9 euros según la ruta. Esta opción es ideal para aquellos que quieran seguir viendo su serie o películas favoritas en streaming durante el vuelo. Si te olvidaste de descargar algún capítulo de los dibujos animados preferidos de tu pequeño, esta es tu opción.

Encontraréis más información en la web oficial de Vueling.

Si lugar a dudas, es un servicio al que le auguro un uso indiscriminado por mi parte. En 2 o 3 horas de vuelo con conexión soy capaz de avanzar buena parte del trabajo y aterrizar bien relajado con los deberes cumplidos.

Y así es como aterrizamos a Bruselas. Con un tiempo invernal que invita todavía más a descubrir la magia de la Navidad en este rincón centro-europeo. Una vez instalados en Bruselas, nos acercamos al centro para ver las luces navideñas y mezclarnos con el ambiente local y turístico de estas fechas.

Las galerías iluminadas con motivos navideños

Los mercadillos de Navidad en Bruselas abren desde finales de noviembre hasta principios de enero. Ya no se trata únicamente de una fiesta religiosa que preludia la gran fiesta de la Navidad sino que más bien se ha acomodado en Bruselas como estilo de vida, una manera original de disfrutar de la calle y de hacer pasar los meses fríos de invierno con buen humor y el estómago lleno.

Los mercadillos se extienden a lo largo de varios puntos del centro de la ciudad.

La Grand Place iluminada y el gran árbol de Navidad

La Grand Place iluminada durante las Navidades

La Grand Place cuenta por ser una de las plazas más majestuosas de toda Europa. La primera vez que la vi no daba crédito y en esta última ocasión, la tenue iluminación sobre los edificios y el enorme abeto decorado en el centro de la misma ofrece una preciosa estampa navideña.

El enorme árbol navideño en la Grand Place frente al Ayuntamiento

Aprovecha para subirte a las escalinatas de la Maison Grand-Place. Se encuentra a un lado de la plaza y desde su relativa altura podrás obtener una preciosa panorámica de la plaza y del montón de gente que se agolpa en ella admirando su belleza.

Una noria gigante sobre decenas de paradas de Navidad

La noria de Saint Catherine frente a los Tío Vivo de antaño

La Noria de Saint Catherine, como si se tratara de un ojo gigante, observa desde lo alto todas las paradas de comida que se amontonan a lo largo de mercado de Saint Catherine. Uno de los lugares más entrañables de la Navidad en Bruselas con sus tío vivos que recuerdan épocas pretéritas y sus puestos de comida con un montón de variedades.

Nos subimos a ella y durante sus tres vueltas disfrutamos de las vistas. 8 euros los adultos y 5 euros los menos de 12 años.

Pasear por las Galerías Saint-Hubert iluminadas

Las galerías Saint Hubert de Bruselas

El buen gusto y el calor se unen en las históricas galerías Saint-Hubert. Sin duda, una de las galerías comerciales más bonitas del país en las que encontrarás una iluminación navideña exquisita y unas cuantas tiendas, algunas prohibitivas y otras que te darán la solución perfecta para regalar esa caja de chocolate belga o esa antigüedad difícil de encontrar.

Ideal para escapar del frío, de la lluvia y entrar en calor con sus luces, gofres, crêpes o un buen café.

Una pista de patinaje en el corazón de Bruselas

Un extensa calle con paradas a ambos lados termina en la Place de Brouckère con una extensa pista de patinaje sobre hielo. Una de las imágenes más idílicas que podéis ver durante la Navidad en Bruselas.

Si os animáis a poneros los patines os saldrá por 9 euros los adultos y 7 euros desde los 6 a los 12 años. No recomiendan la actividad para menores de 6 años.

¿Qué se come en los mercados navideños de Bruselas?

En esta zona alrededor de la Place de Brouckère, encontramos una mayor variedad gastronómica en comparación con Saint Catherine. Entre varios platos que probamos durante nuestros paseos por el centro de Bruselas, disfrutamos de chicons au grattin, endividas con jamón enrollado, bechamel y todo gratinado. Una maravilla. También de la tartiflette, un plato francés consistente en patatas con queso a la francesa. Chucrut, col cocida en vino blanco, salchichas centro-europeas y otros platos menos locales como carne con chilli o postres de la región.

Para regarlo todo nunca falta la estupenda cerveza belga el vin chaud, el vino caliente con canela, que nos quita el frío con un solo sorbo.

Unas mesas de madera nos permiten descansar y disfrutar de la comida sentados o refugiados de la lluvia o nieve.

A la búsqueda de los 3 meones de Bruselas

Todo el mundo conoce la estatua de Manneken Pis, el niño de proporciones diminutas que decora la fuente más famosa de Bruselas. No obstante, en el centro de la ciudad no es el único meón que encontraréis. Si viajáis con niños a Bruselas, es importante crear suspense y misiones que hacer durante nuestra visita para que las largas caminatas se hagan más amables.

Una de las que practicamos en esta ocasión en Bruselas fue la de buscar a los tres meones de la ciudad. De esta manera, aprendemos a leer los mapas, la geolocalización y le añadimos diversión a la visita.

Junto con el famoso niño meón también encontramos a Jeanneke Pis, la versión desvergonzada y femenina de Manneken Pis. La veréis en la estrecha callejuela de Impasse de la Fidélité, frente a uno de los bares más recomendables de toda Bruselas: El Delirium Café.

El tercer meón de Bruselas rinde homenaje al animal que más pipi hace habitualmente en la calle, el Zinneke Pis, es la estatua de un perro que levanta su pata para dejar rastro y vacíar la bufeta. La encontraréis en la Rue des Chartreux muy cerca del centro.

Siguiente plato: tartiflette

¿Pasar el Fin de Año en Bruselas?

Empezar el año con un viaje descubriendo una nueva ciudad siempre es un buen comienzo. Las luces de la Navidad en Bruselas nos animan a hacerlo. Además, en la Place de Brouckère suelen hacer DJs y actividades variadas para despedir el año como se merece.

Eso sí, no esperéis uvas ni gente mirando un campanario en la Grand Place, ni en Saint Catherine ni en cualquier otro sitio. Eso de las uvas es cosa española y en Béglica la gente lo celebra paseando, bebiendo o bailando y con un buen abrigo para evitar el frío.

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