Desde Blanes hasta Portbou se extiende uno de los litorales más bonitos del Mediterráneo. A lo largo de la Costa Brava encontramos calas escondidas, playas preciosas, caminos de ronda y una combinación preciosa donde el pino, los acantilados, la arena de la playa y las aguas cristalinas se unen para crear uno de los espectáculos más bonitos de Cataluña. En este post vamos a destacar cuáles son las mejores playas y calas de la Costa Brava según nuestra experiencia.
El verano pasado, en plena pandemia del COVID-19, nos pasamos unos cuantos días explorando sus calas y nos dio la sensación de volver a los años ochenta, donde apenas venían los turistas y los sitios más bonitos apenas se encontraban masificados. Veamos si la situación mejora para este verano y podamos permitirnos alguna escapada este próximo verano.
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¿Cuáles son las medidas de prevención COVID-19 en las playas de la Costa Brava?
Las medidas COVID del verano de 2020 se tradujeron en un control de acceso y aforo limitado. En la entrada de cada cala encontramos personal público controlando el acceso e indicando a los visitantes a colocarse en determinados sitios de la playa o cala para permitir una distancia prudente.
Generalmente, el acceso a la playa está permitido de 9 de la mañana a 9 de la noche. Según cómo se vayan desarrollando los acontecimientos y publicando nuevas normativas iremos actualizando esta información.
Índice de contenidos
- 1. Cala Pola: una cala idílica entre Tossa de Mar y Sant Feliu de Guixols
- 2. Sa Boadella: la perla escondida de Lloret de Mar
- 3. Aiguablava: el color turquesa de Begur
- 4. Sa Conca: la cala predilecta de S’Agaró
- 5. Cala Fosca: la joya de Palamós
- 6. La playa Gran de Tamariu
- 7. El Golfet: una perla escondida frente a la costa de Palafrugell
- 8. Sa Tuna: la imagen predilecta de Begur
- 9. La playa urbana del Canadell en Calella de Palafrugell
- 10. Sa Riera: otra puesta en escena maravillosa en Begur
- 11. Cala S’Alguer: la idílica imagen mediterránea en Palamós
1. Cala Pola: una cala idílica entre Tossa de Mar y Sant Feliu de Guixols
La carretera serpenteante que va desde Tossa de Mar hasta Sant Feliu de Guixols es una de las más fotogénicas de todo el Mediterráneo. A cada esquina encontramos un acantilado y entre los abundantes pinos podemos intuir las diferentes calas que reposan entre las montañas.
A lo largo del recorrido encontramos varias calas de gran belleza como la del Senyor Ramon, cala Futadera o Giverola entre otras. Es difícil decantarse por alguna y suelen ser las apreciaciones subjetivas las que decantan la balanza.
En una ocasión nos alojamos en el camping de cala Pola y disfrutamos de su playa en varias ocasiones. Nos pareció asombroso instalarnos en un bungalow y tener una cala tan bonita a escasos metros andando de distancia. Nos robó el corazón y en tiempos de pandemia es uno de los lugares predilectos para evadirse mentalmente.
Al estar en las inmediaciones del camping, cala Pola cuenta con todo tipo de infraestructuras incluido un amplio restaurante donde ofrecen buenas paellas.
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2. Sa Boadella: la perla escondida de Lloret de Mar
Lloret es famosa por su turismo en masa y lo es gracias a tener un precioso litoral frente al centro y alrededor de la población. Se habrán hecho las cosas bien o mal a nivel turístico pero no hay duda que la belleza de la costa de Lloret de Mar es incontestable.
Existen varias calas cercanas a Lloret de gran belleza como Sa Caleta, aun así, debido a la proximidad de los grandes hoteles de esta localidad turística suele estar bastante llena. Os propongo realizar un poco de ejercicio y caminar los 15 o 20 minutos de distancia desde la calle del Lliri de Mar, la zona más cercana a la playa.
Sa Boadella es una cala nudista y la distancia hasta la carretera reduce ostensiblemente la afluencia de gente. La cala se encuentra en un entorno idílico rodeada de pinos a lo largo de sus 200 metros de ancho y con un fondo marino cristalino. Asimismo, en la misma cala encontraréis un chiringuito, más no se puede pedir.
3. Aiguablava: el color turquesa de Begur
Begur es una de las localidades más bonitas de la Costa Brava y a lo largo de su litoral guarda alguna de las mejores calas de la costa catalana. Es el caso de Aiguablava, con un entorno natural que muestra la quintaesencia del mediterráneo con mares de pino sobre las últimas rocas que se asoman al vacío. La arena es de color claro y fina. Los primeros pasos en el agua apenas nos cubren y muestran una transparencia asombrosa.
La playa de Aiguablava cuenta con unos 80 metros de ancho así como de largo y podemos llegar en coche. Ofrece servicio de duchas, vigilancia y encontraréis restaurantes alrededor de ella.
4. Sa Conca: la cala predilecta de S’Agaró
S’Agaró es un núcleo perteneciente a Platja d’Aro, otra de las localidades turísticas de la Costa Brava. En S’Agaró se agolpan algunas calas de gran belleza como Cala Pedrosa y también Sa Conca, una preciosa cala, amplia y con arena más bien gruesa. La playa cuenta con parking, algo limitado así como todos los servicios habituales de duchas, socorrismo, alquiler de hamacas y por supuesto, varios restaurantes en la urbanización que
Si quieres triunfar, puedes alojarse en el S’Agaró Hotel Spa & Wellness, un espectacular hotel a pie de playa donde podrás disfrutar de uno de los mejores entornos de la Costa Brava en un establecimiento moderno y con todas las comodidades. La doble sale por unos 140 euros según temporada. Puedes echarle un vistazo en este mismo enlace.
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5. Cala Fosca: la joya de Palamós
Si no queréis fallar y disfrutar de una buena playa donde tengáis asegurado el acceso, cala Fosca es una muy buena opción. Ubicada en la población de Palamós, cala Fosca es una amplia bahía dividida en dos partes por una gran roca donde además podemos subir para disfrutar de sus vistas o jugar con los abundantes cangrejos que habitan a sus pies.
La playa consta de más de 300 metros de longitud y está formada por arena fina, aguas muy tranquilas por lo que es ideal si vais con pequeños. La práctica del snorkel es ideal y encontraréis todos los servicios disponibles incluidos varios restaurantes a poca distancia de la playa.
Disfruta de alguna de estas excursiones y actividades que traen muy buenas recomendaciones por parte de sus usuarios:
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6. La playa Gran de Tamariu
Tamariu es un pequeño pueblo de pescadores que pertenece a Palafrugell. En ella se abre una de las bahías más icónicas de la Costa Brava: la playa de Tamariu, una preciosa cala, amplia con sus 220 metros de longitud y con un entorno natural de pinos, arena fina y aguas cristalinas.
Al igual que en la playa del Canadell, es importante llegar pronto ya que su cercanía con Tamariu la convierte en un foco muy popular y suele llenarse bastante durante los meses de verano.
Por los alrededores de la playa de Tamariu encontrarás todo tipo de servicios como duchas, socorrista, hamacas, alquiler de equipos náuticos y varios restaurantes a pocos metros de la playa.
7. El Golfet: una perla escondida frente a la costa de Palafrugell
Merece la pena el esfuerzo y acercarse hasta la cala del Golfet, no solo por la cala que nos espera ahí sino también por el precioso escenario que se abre a lo largo de la ruta. Desde el parking de la Cala del Golfet llegamos al Camino de Ronda y desde ahí nos esperan unos 10 minutos descendiendo hasta llegar a esta pequeña cala de unos 75 metros de longitud.
Se halla a los pies de los Jardines de Montroig pero, a pesar (o gracias) a su complicado acceso, no suele tener una gran afluencia. El entorno natural es inmejorable, con aguas cristalinas, pinos rodeando la cala y una visibilidad asombrosa para realizar snorkel. Desde la misma playa podrás vislumbrar las islas Formigueres.
En el Golfet no existe ningún tipo de servicios por lo que es conveniente llevarse agua o comida si tenéis planteado pasar el día.
El año pasado, debido al temporal Gloria, el camino hasta la cala del Golfet quedó dañado y no era posible el paso. Esperemos que vuelva a estar en funcionamiento para el próximo verano.
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8. Sa Tuna: la imagen predilecta de Begur
La playa de Sa Tuna es otra de las imágenes que definen todo un mar. El pequeño pueblo de Begur saluda al mar con su playita de piedras y antiguas casas de pescadores, hoy en día dedicadas al turismo, que todavía mantienen su estilo de ayer.
La playa ofrece aguas transparentes y alrededor de la playa las rocas añaden un aliciente especial para practicar snorkel y disfrutar de su rico fondo marino.
Sa Tuna apenas mide 80 metros de longitud, ofrece duchas y parking. Debido a su tamaño y fácil acceso, suele llenarse rápidamente en los meses de julio y agosto. Asimismo, encontraréis varios restaurantes muy cerca de Sa Tuna, no dudes en reservar previamente porque las mesas vuelan.
9. La playa urbana del Canadell en Calella de Palafrugell
La playa del Canadell es la playa principal del pueblo de Palafrugell. Cuando era pequeño solíamos venir a diario durante el verano desde el camping en el que estábamos alojados. Esta preciosa y pequeña playa urbana siempre me trae recuerdos de habaneras por la noche y de practicar snorkel durante el día.
Sin lugar a dudas, una espléndida cala para la familia, con todos los servicios disponibles y fantásticos restaurantes a pie de playa.
Si os acercáis este verano es importante llegar pronto ya que tiende a llenarse con rapidez y con las medidas COVID, como en todas las calas y playas de la Costa Brava, el acceso está limitado.
10. Sa Riera: otra puesta en escena maravillosa en Begur
Sa Riera también se encuentra en la población de Begur y es más grande que Sa Tuna. Cuenta con más de 230 metros de longitud y podemos llegar a ella fácilmente a pie o en coche. La arena es más bien gruesa y ofrece una visual preciosa con una agua cristalina y de poca profundidad en los primeros metros.
En Sa Riera encontramos todo tipo de servicios como duchas, socorrista, un puesto de Cruz Roja, un chiringuito y parking cercano.
Si la playa está muy llena de gente tenéis la posibilidad de acercaros a las dos calas que la rodean, Port des Pi y Cala del Rey donde seguramente estaréis más alejados de la multitud.
11. Cala S’Alguer: la idílica imagen mediterránea en Palamós
Terminamos la lista con Cala S’Alguer que, según la revista Traveler, es la más bonita de toda la Costa Brava. No seré tan atrevido pero es obvio que su puesta en escena simboliza la esencia del mediterráneo con sus antiguas casas de pescadores, arena gruesa, aguas cristalinas y esa sensación de que apenas ha pasado el tiempo en este delicioso rincón de Palamós.
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La playa la encontraréis junto a la Pineda d’en Gorri, un bosque profundo de pinos donde encontraréis aparcamiento y podréis llegar hasta la playa fácilmente.