Las mejores cosas que ver en Coblenza

Nuestra selección de las mejores cosas que ver en Coblenza, estratégica ciudad situada en la confluencia del Mosela y el Rin y rodeada de viñedos

Hace más de 2000 años los romanos llegaron a un lugar, al suroeste de la futura Alemania y al noroeste de lo que será más tarde Francia, protegido por tres de sus lados merced a las aguas de dos ríos. Allí se establecieron militarmente y dieron nacimiento a una ciudad histórica, con un coqueto casco viejo entre valles fluviales y protegida por castillos y fortalezas. De ellos, y de mucho más, os vamos a hablar en este artículo sobre las mejores cosas que ver en Coblenza.

Coblenza (en alemán, Koblenz) debe su nombre al latín Confluentes, que significa «confluencia», ya que el grueso de la municipalidad se encuentra en el punto donde se juntan el Rin y el Mosela. Es decir, como si fuera una península fluvial, una parte tiene al Mosela como frontera por el lado izquierdo y el Rin por el derecho. Otra zona se encuentra en la otra orilla del Rin, con este a su izquierda.

La Esquina Alemana en Coblenza [Foto: Joe from Koblenz]
La Esquina Alemana en Coblenza [Foto: Joe from Koblenz]

Rodeada por cordilleras bajas, viñedos y bosques, la ciudad ofrece una experiencia histórica y natural única. Desde la imponente Fortaleza de Ehrenbreitstein, la segunda más grande de Europa, se disfruta de una vista panorámica del Valle del Alto Rin Medio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2002.

Este paisaje único, que se extiende desde Bingen/Rüdesheim hasta Coblenza, destaca por su extraordinaria riqueza cultural y paisajística, siendo una ruta vital para el intercambio comercial entre la región mediterránea y el norte de Europa durante dos milenios.

Para que te hagas una idea, en este artículo encontrarás:

  • Más de 30 edificios, plazas, monumentos, parques y sitios que ver en Coblenza
  • Consejos prácticos para viajar a Coblenza y moverse por la ciudad
  • Recomendaciones de alojamientos y restaurantes
  • Un mapa con todos los puntos clave para tu visita

Un poco de contexto: breve introducción a Coblenza

La Fortaleza de Ehrenbreitstein desde la orilla del Rin en Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]
La Fortaleza de Ehrenbreitstein desde la orilla del Rin en Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]

Coblenza fue uno de los puestos militares establecidos por Druso el Mayor, el hijo adoptivo del emperador Augusto, en el año 9 a.C. para proteger las fronteras del Imperio Romano. Tras los romanos, llegaron los Francos que establecieron aquí una corte real.

En el año 1018, pasó a formar parte del Electorado de Tréveris (Trier), uno de los estados más poderosos del Sacro Imperio Romano Germánico. Durante la guerra de los Treinta Años, Coblenza sufrió varias ocupaciones y saqueos por parte de suecos, franceses e imperiales.

En el siglo XVIII, Coblenza vivió una época de esplendor bajo el gobierno del elector y arzobispo Clemente Wenceslao de Sajonia, que embelleció la ciudad con edificios como el Palacio Electoral, además de fomentar un ambiente de apreciación de la cultura y las artes. Tanto es así, que Coblenza fue una de las paradas del tour de 1763 de un niño prodigio apellidado Mozart.

A finales del siglo XVIII Coblenza fue ocupada por Francia y se convirtió en la capital del departamento de Rin-Mosela (de esa época data el término “Schängel” aplicado a los niños de la ciudad). Tras la derrota de Napoleón, el Congreso de Viena de 1815 asignó Coblenza a Prusia, que la hizo capital del Gran Ducado del Bajo Rin.

Vista parcial del edificio del Gobierno Prusiano en Coblenza, Alemania [(c)Foto: avistu]
Vista parcial del edificio del Gobierno Prusiano en Coblenza, Alemania [(c)Foto: avistu]

En 1897, se erigió un monumento al emperador Guillermo I en el Rincón Alemán, como símbolo del Imperio Alemán unificado por Otto von Bismarck. Durante las dos guerras mundiales, Coblenza sufrió graves daños por los bombardeos aliados, que destruyeron gran parte del casco antiguo. Después de 1945, Coblenza pasó a formar parte del estado federado de Renania-Palatinado.

Actualmente, Coblenza es una ciudad moderna y dinámica, que conserva su rico patrimonio histórico y cultural. Es la tercera ciudad más poblada de Renania-Palatinado, con unos 114.000 habitantes.

En 1992, celebró su 2000 aniversario con diversos eventos y exposiciones. En 2002, la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad al Valle del Rin medio superior, que incluye a Coblenza y sus alrededores.

1.- Deutsches Eck, la esquina alemana donde confluyen dos ríos

Vista aérea de la confluencia Mosela - Rin en Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]
Vista aérea de la confluencia Mosela – Rin en Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]

Uno de los monumentos más emblemáticos de Alemania es poco conocido fuera de sus fronteras, se encuentra en Coblenza y se llama Deutsches Eck o Esquina Alemana (aunque también lo podréis encontrar traducido como “Rincón Alemán”).

El Deutsches Eck es un símbolo político y también geográfico. Desde un punto de vista topográfico es el punto donde el Río Mosela confluye con el Río Rín, de manera que el afluente francés aporta su caudal al gran río alemán (debería ponerlo entre comillas, pues nace en Suiza y desemboca en Países Bajos, aunque la mayoría de su cauce transcurre por Alemania).

Aquí donde el Mosela se une al Rin, es la zona en la que los Caballeros Teutones habían sido invitados a instalarse a principios del siglo XIII. De aquella orden aún quedan algunas construcciones, como una puerta fortificada de la muralla (hoy parte de un estudio de arquitectura) o una mansión que alberga el Museo Ludwig de Arte Contemporáneo de Coblenza (con obras, entre otros, de Picasso y Warhol), además de los restos de su antigua capilla.

Es un rincón pequeño pero tranquilo, anexo a los jardines de la Basílica de San Castor y que se encontraba más cercana al agua de lo que está hoy. En el siglo XIX la zona con un muelle que comunicaba con un banco de arena entre ambos ríos (Hons Schwanz), fue rellenada, creando la alargada península que vemos hoy y donde se levanta la gran estatua ecuestre del Emperador Guillermo I.

Y ahí está, precisamente, el simbolismo político de la Esquina Alemana.

2.- El monumento a Guillermo I en Deutsches Eck, homenaje a un imperio

Monumento al Kaiser Guillermo I en Coblenza ,Alemania [Foto: Joe from Koblenz]
Monumento al Kaiser Guillermo I en Coblenza ,Alemania [Foto: Joe from Koblenz]

La Alemania que entró en el siglo XX fue el producto de tres guerras y una voluntad de unificación prusiana. Tras las victorias en la guerra entre Alemania – Dinamarca (1864), entre Prusia y sus aliados contra Austria y los suyos (1866) y la Franco – Prusiana (1870-71), surgió el Imperio Alemán (Deutsches Kaiserreich) una monarquía constitucional federal con el Kaiser (Emperador) Guillermo I como Jefe de Estado.

Tras su fallecimiento en 1888, a nivel estatal y entre influyentes personajes (militares, políticos, empresarios), surgió la idea de levantar un monumento a Guillermo I en agradecimiento por la unificación de Alemania,

Su hijo, el Kaiser Guillermo, eligió Coblenza de entre todas las localidades candidatas, y esta ubicación simbólica entre los dos ríos. Se creó la península artificial, se preparó la explanada, y el 31 de agosto de 1897 se levantó el monumento a Guillermo I.

El monumento a Guillermo I en la Esquina Alemana tiene una altura de 37 m, de los cuales 14 corresponden a la estatua ecuestre del emperador (que pesa más de 63 toneladas). Vestido con uniforme de General, está acompañado por una figura alada femenina a sus pies, sosteniendo una corona de laurel y la corona imperial.

La parte frontal del monumento está decorada con un relieve del águila imperial, subyugando serpientes y atemorizando a enemigos, sobre la que se lee “Guillermo el Grande” en grandes letras. Algo más abajo de la estatua se puede leer “El Imperio nunca será destruido / si sois leales y permanecéis unidos” (dos versos de un poema de Max von Schenkendorf).

Vista frontal del monumento al Emperador Guillermo I en Coblenza, Alemania [(c)Foto: @avistu]
Vista frontal del monumento al Emperador Guillermo I en Coblenza, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Al final de la II Guerra Mundial, en marzo de 1945, la estatua recibió el impacto de un proyectil de artillería de las tropas americanas que avanzaban hacia la ciudad. La base de de la estatua quedó hecha añicos y está se dobló y giró hacia la derecha, quedando colgada sobre el monumento.

Los restos fueron eventualmente fundidos, pero aún se conserva la cabeza de la estatua, que podéis ver expuesta en el Forum Confluentes, el edificio comercial donde se encuentra la Oficina de Información Turística de Coblenza.

La cabeza original de la estatua del Kaiser en Coblenza, Alemania [(c)Foto: @avistu]
La cabeza original de la estatua del Kaiser en Coblenza, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Fundada por Werner Theisen en 1987, la Iniciativa Deutsches Eck promovió la recaudación de fondos para reconstruir la estatua y volver a levantarla en su ubicación original. A finales de 1993, la estatua volvió a contemplar el lugar donde Mosela y Rin se mezclan.

Además de la estatua, en cuya base de cemento se puede entrar, el Deutsches Eck alberga también el “Memorial de la Unidad Alemana” en forma de semicirculo en torno a la estatua. Allí se pueden ver los escudos de todos los estados alemanes.

Hacia la punta de la península se despliegan dos filas de banderas, entre las que se encuentran tanto las alemanas de cada estado federal como la de la Unión Europea y la de los EEUU, con una placa en su base que recuerda a las víctimas del 11S.

Algo más atrás y a la izquierda del monumento se recuerda a otras víctimas.

En 1990 se instalaron aquí tres grandes bloques de hormigón procedentes del Muro de Berlín. Un panel las dedica “En memoria de las víctimas de una Alemania dividida (17/06/1953 – 9/11/1989) y varios paneles informativos sobre, entre otras cosas, cómo los alemanes bajo la dictadura comunista eran prisioneros en su propio país y la solicitud de un visado acarreaba presiones, acoso, amenazas de muerte y hasta encarcelamiento.

3.- Seilbahn Koblenz, un teleférico con vistas impresionantes

Abajo a la derecha, cabinas del teleférico en Coblenza, Alemania [(c)Foto: @avistu]
Abajo a la derecha, cabinas del teleférico en Coblenza, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Uno de los atractivos turísticos más populares de Koblenz es el funicular que cruza el Rín hasta la cima de la fortaleza de Ehrenbreitstein. Llamado Seilbahn Koblenz, se inauguró en 2010 y conecta la zona del Deutsches Eck con la fortaleza, ascendiendo unos 110m en su recorrido.

La estación inferior del funicular se encuentra junto a la orilla del Rín, al lado de la parte trasera de la Basílica de San Cástor.

El Seilbahn Koblenz cuenta con un total de 18 cabinas, con asientos, que suben y bajan continuamente durante el periodo de operación, de modo que no pasa ni un minuto hasta que tenemos delante una a la que subirnos.

Cada una de las cabinas puede acoger hasta un máximo de 35 personas sentadas y de pie. Con una capacidad máxima por hora de 7.600 pasajeros, esto le convierte en el funicular con mayor capacidad de transporte por hora de Alemania.

Atento a la Cabina número 17, en ella se añade a la experiencia del viaje que tiene suelo de cristal.

El trayecto en el funicular es una experiencia que ofrece vistas impresionantes del Rín, el Mosela, Coblenza y los valles y el área circundante. El funicular asciende suavemente por la colina, habitualmente a una velocidad de 16 km/h (o 4,5 m/s), salvando 890 m de distancia en menos de 5 minutos.

La estación superior del funicular está en el parque de la fortaleza, una zona abierta y de acceso libre para la que no es necesario entrada.

Seilbahn Koblenz sólo opera en temporada, normalmente entre marzo y principios de enero. En 2024, el día 8 de enero fue su último día de funcionamiento, con una pausa hasta el 1 de marzo en que volverán a circular sus cabinas.

El billete de funicular cuesta 11€ para los adultos, 6€ para menores entre 7 y 10 años y gratuita para los nichos hasta 6 años (inclusive). Si lo que queréis es un billete de ida y vuelta, el precio es de 14,90€ y 7€ respectivamente.

Como el funicular se usa para visitar la Fortaleza de Ehrenbreitstein, os puede interesar un billete combinado funicular + fortaleza. En ese caso el precio para adultos es de 19€ y de 8,60€ para los niños.

Este tipo de billetes combinados no están disponibles todo el año. Como ejemplo de la anterior temporada, no se ofrecieron desde el 6 de noviembre de 2023, no volviendo a estar disponibles hasta el 24 de marzo de 2024.

Tenéis más información sobre todos los tipos de billetes disponibles aquí en su web, incluyendo la posibilidad de añadir un viaje en barco.

Y si quieres ver el panorama en directo antes de ir, no te pierdas su webcam.

4.- La Fortaleza de Ehrenbreitstein, una defensa desde las alturas

La Fortaleza de Ehrenbreitstein en Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]
La Fortaleza de Ehrenbreitstein en Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]

Hay torres de defensa, hay castillos y luego están las fortalezas. Si le pones una mayúscula tendrás un poderoso ejemplo en la Fortaleza de Ehrenbreitstein, el segundo mayor complejo fortificado de Europa.

La Fortaleza de Ehrenbreitstein (Festung Ehrenbreitstein) se encuentra en un privilegiado emplazamiento, a 180m de altura, en la planicie de la cumbre de una colina frente a la desembocadura del Mosela y el Deutsches Eck.

Las faldas de la colina caen a pico en tres de sus lados, por lo que la fortaleza se encuentra defendiendo el lugar menos protegido. O así era hasta que un pequeño castillo (Castillo Ehrenbreitstein) se levantó aquí en aproximadamente en el año 1000, ampliado posteriormente por el Electorado de Tréveris. Dinamitado por las tropas francesas en 1801, al retirarse estas era imprescindible volver a construir una fortificación en el mismo emplazamiento.

Los prusianos se aplicaron a ello y entre 1817 y 1828 construyeron una nueva fortaleza, que sería parte de una red de fortificaciones en la orilla del Rin y que se apoyarían unas a otras en caso de conflicto.

En el siglo posterior, el Tratado de Versalles con el que finalizaba la Gran Guerra estipulaba la destrucción de la fortaleza. Gracias a la presión de un alto mando estadounidense, el General Allen, se preservó por su valor cultural e histórico, aunque sirvió de acuartelamiento para tropas americanas primero y francesas después hasta 1929.

Poco más de un lustro después, volvían a resonar las botas alemanas desfilando por la fortaleza. Y, con el estallido de la II Guerra Mundial (porque “la Grande” se quedó en primera), la fortaleza se usó tanto para albergar archivos y objetos de arte de varias ciudades como de refugio antiaéreo.

Finalizada la última gran contienda europea, volvieron a izar brevemente su bandera las tropas del U.S. Army, que fueron relevadas por las francesas. A los militares les siguieron trabajadores húngaros y a ellos familias alemanas que se habían quedado sin hogar.

Hoy en día, la Fortaleza Ehrenbreitstein está abierta al público, además de que en ella se encuentran oficinas estatales de la Dirección General de Cultura Histórica y hasta un albergue, el Jugendherberge Festung Ehrenbreitstein Koblenz, orientado a huéspedes jóvenes y familias.

Recorriendo sus instalaciones, los visitantes pueden acceder a cuatro exposiciones permanentes en la Fortaleza Ehrenbreitstein, además de exposiciones temporales.

Y si las vistas desde el funicular os parecieron impresionantes, esperad a ver las que tendréis desde el patio central, en el mirador entre el Museo de Historia Local y el Restaurante Casino (reapertura el 29 de febrero).

La fortaleza tiene dos horarios de apertura y cierre, en función de la época del año, y aquí está como ejemplo el horario de 2023/24/25, porque las temporadas se extienden entre años:

  • Temporada 2023/2024. Empezó el 6 de noviembre y finalizará el 23 de marzo de 2024, con horario de 10:00 a 16:00.
  • Temporada 2024/2025. Desde el 24 de marzo de 2024, de 10:00 a 18:00, e imagino que no cambiará hasta noviembre, como ocurrió el año pasado.

El precio de la entrada es de 8€ para los adultos, de 4€ para menores entre 7 y 10 años y gratuita para los niños hasta 6 años (inclusive). Recordad que se pueden comprar entradas combinadas con el billete del teleférico y que existen también entradas familiares.

De todas ellas os podéis informar en este apartado de la web de la fortaleza.

No hace falta entrada para el Koblenzer Kanten Rhein-Mosel-Blick, un mirador sobre el Rín y el Mosela (aunque no tiene la misma perspectiva que desde la plaza del interior del castillo) que se encuentra al noroeste del parque antes de la entrada de la fortaleza.

Un poco más lejos, a unos 5 minutos de la estación de funicular y ya al principio del parque, encontramos un parque infantil de aventuras y un minigolf.

5.- Coblenza, ciudad de vino y tierra de viñedos

Viñedos cerca de Coblenza, Alemania ]Foto: Joe from Koblenz]
Viñedos cerca de Coblenza, Alemania ]Foto: Joe from Koblenz]

Probablemente desde ese mirador podrás apreciar una de las características de la zona, que Coblenza es tierra de vinos.

Fueron los romanos los que introdujeron el vino en la zona del Rin y el Mosela, hace ya más de 2.000 años. Las colinas que descendían hasta el agua, se convirtieron en elevadas terrazas pobladas por vides, perfectas para absorber hasta el último rayo de sol no sólo desde el cielo sino también el añadido calor por el reflejo en las aguas, e incluso el retenido por el suelo.

En la zona de Coblenza se cifran en aproximadamente medio millón las vides que producen la deliciosa bebida repartidas en cerca de 40 hectáreas (ya sabéis la comparación, el equivalente a 40 campos de fútbol). Riesling, Pinot Noir o Dornfelders son las uvas más populares aunque la preeminencia es de los primeros, seamos sinceros, así que es especialmente un paraíso para el amante del vino blanco.

Göhlen, Hans Mader, Hähn, Johannes Müller, Karl Lunnebach, Rainer Kollmann, Spurzem, Toni Müller o Schwaab son algunas de las bodegas ubicadas en Coblenza y alrededores.

Cata de vinos en Bodega Schwaab, Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]
Cata de vinos en Bodega Schwaab, Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Esta última por ejemplo, Schwaab, dispone no sólo de viñedos en distintos lugares del área, en la zona de Erden, sino también una enoteca en In d. Laach 74, en la orilla izquierda del Mosela, a sólo unos 4km del centro de Coblenza. Allí se realizan catas y degustaciones, además de funcionar como tienda.

Y si quieres aprender más sobre la historia del vino en Coblenza sin salir de la ciudad, acércate al Koblenzer Sektmuseum, el Museo de Vino y Espumosos de Coblenza.

Se inauguró en 1969, en un lugar relevante para su propósito, las bóvedas de la bodega de espumosos Deinhard. El 1 de mayo de 1794 aquí abrió al público su tienda de vinos Johann Friedrich Deinhard, que menos de cinco décadas después (en 1843) se aventuró también en la producción de espumosos fermentados en botella.

Durante tu visita al museo, libre o en un tour guiado, recorrerás este histórico museo y conocerás mejor el mundo de la viticultura, desde la vid a la botella, pudiendo admirar equipos originales que se usaron en el pasado.

Información sobre horarios y tours en su página oficial (en alemán o inglés).

6.- La Iglesia de San Cástor

Iglesia de San Cástor en Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]
Iglesia de San Cástor en Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]

La Iglesia de San Cástor, ubicada cerca del Deutsches Eck, en la confluencia del Rin y el Mosela, es la iglesia más antigua de Koblenz y un excelente ejemplo de arquitectura románica en la región del Medio Rin.

La iglesia ha experimentado transformaciones a lo largo de los siglos. En 1991, el Papa Juan Pablo II elevó la iglesia de San Kastor al rango de basílica menor debido a sus datos históricos y su significado cultural y religioso.

El origen de San Cástor se remonta a la época romana, con un templo construido alrededor del año 100 d.c. reemplazado por una «Memoria» cristiana con un cementerio. La construcción de la iglesia actual se atribuye inicialmente al Emperador Ludovico Pío. Sin embargo, el verdadero constructor fue el arzobispo Hetti von Trier, quien la consagró en 836.

A lo largo de los siglos, San Kastor experimentó diversas modificaciones, como la adición de una rotonda al este en el siglo X. La iglesia se convirtió en un importante lugar de encuentro para emperadores y reyes, donde se resolvían disputas entre gobernantes. La demolición de las torres redondas en el siglo XI marcó una nueva fase de construcción, con la adición de dos torres rectangulares.

Interior de la Iglesia de San Cástor en Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]
Interior de la Iglesia de San Cástor en Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]

En 1160, bajo el Provost Buvo, se inició la transformación de la iglesia a su forma y tamaño actuales. Entre 1496 y 1499, se realizaron cambios significativos en el interior, perdiendo la estructura románica e incorporando bóvedas estrelladas, destacando la maestría arquitectónica medieval.

La era de los Electores de Trier concluyó en 1794 con la invasión francesa del Rin. En 1830, se emprendió una extensa restauración interior bajo la dirección del inspector de construcción prusiano Johann Claudius von Lassaux, completándose en 1848. La apariencia externa actual de San Kastor se logró entre 1890 y 1894. Entre 1979 y 1990, se llevaron a cabo trabajos extensivos de renovación y restauración.

7.- Rheinanlagen, el paseo fluvial del Río Rin

La Fortaleza Ehrenbreitstein desde el Rheinanlagen, Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]
La Fortaleza Ehrenbreitstein desde el Rheinanlagen, Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Tanto el monumento al Káiser como la Iglesia de San Cástor o la base del Teleférico de Coblenza, se encuentran a pocos metros de la orilla del Río Rin. Esta orilla se puede recorrer con comodidad, y vistas, merced a los casi 3,5 km del Rheinanlagen, el paseo fluvial del Río Rin en Coblenza.

El paseo comienza en el Deutsches Eck, un monumento que conmemora la unión de los dos ríos. Desde aquí, se pueden disfrutar de unas vistas impresionantes de ambos y de la otra orilla, donde en lo alto de una colina se levanta la Fortaleza de Ehrenbreitstein.

Más adelante encontramos la zona donde atracan barcos – restaurante y los barcos que realizan cruceros por el Rín. De que este río está “vivo” queda constancia en el marcador del Pegelhaus, hoy restaurante, donde se indica el nivel del Rin en distintas crecidas sufridas por Coblenza.

Conjunto escultórico "Padre Rin y Madre Mosela" en Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]
Conjunto escultórico «Padre Rin y Madre Mosela» en Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]

El paseo también transcurre junto al monumento a Joseph Görres (con su brazo alzado y sus dedos extendidos, se bromea con que parece pedir cinco cervezas) en línea y a pocos metros delante del monumento «Padre Rin y Madre Mosela», frente al Palacio Electoral (Kurfürstliches Schloss).

El final del paseo se encuentra frente al barrio de Oberwerth, que fue antaño una isla hasta que en el siglo XIX se rellenó su parte sur para unirla a la orilla.

8.- El Palacio Electoral, la residencia del último príncipe elector

Admito que a mí también me indujo a confusión el nombre de un edificio que acabo de mencionar, el Palacio Electoral (Kurfürstliches Schloss).

Si asocias “electoral” a “elecciones” y crees que tiene relación con la misma, y su implicación democrática, te equivocarías ligeramente.

El Palacio Electoral es un gran edificio de estilo clásico francés que se construyó entre 1777 y 1786 por orden del Arzobispo y Príncipe Elector Clemens Wenzeslaus.

Fachada orientada al Rin del Palacio Electoral en Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]
Fachada orientada al Rin del Palacio Electoral en Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]

El cargo de elector significaba ser uno de los, originalmente, siete príncipes del Santo Imperio Romano que participaban en la elección del regidor del imperio.

Wenzeslaus fue el último elector, ya que la anexión francesa del territorio durante las Guerras Napoleónicas hizo desaparecer definitivamente el título.

En primer plano, el Río Rin y el Palacio Electoral de Coblenza, con sus jardines y sus dos alas semicirculares [CC Foto: Holger Weinandt/Wikimedia Commons]
En primer plano, el Río Rin y el Palacio Electoral de Coblenza, con sus jardines y sus dos alas semicirculares [CC Foto: Holger Weinandt/Wikimedia Commons]

El Palacio Electoral es hoy la sede de varias administraciones, por lo que no está abierto al público (aunque sus salas y salones pueden reservarse para eventos).

Lo que sí está abierto al público es su gran jardín occidental, orientado hacia la ciudad, y su pequeño (pero más preferido por los confluentinos) jardín en el lado oriental, mirando hacia el Rín.

9.- La “nueva” Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús

Aunque su exterior nos recuerde más a un edificio románico de época, la Iglesia del Sagrado Corazón (Herz-Jesu-Kirche), una de las joyas arquitectónicas de Coblenza, fue construida entre 1900 y 1903.

Uno de los edificios sacros neorrománicos más importantes del país, fue construida como parte de la expansión sur de la ciudad, que se produjo a finales del siglo XIX. En ese momento, la ciudad contaba con dos iglesias parroquiales católicas, pero la población había crecido considerablemente y era necesario construir una nueva iglesia para albergar a los fieles.

El ala oeste del cuartel de Löhrtor fue comprado en 1899 como lugar de construcción para la nueva iglesia. La primera piedra se colocó en 1900 y la iglesia fue consagrada en 1903.

La iglesia es una basílica de pilares de tres naves, con una longitud de 62 metros y una anchura de 26 metros. El estilo arquitectónico es historicista, inspirado en el último período de Hohenstaufen.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia sufrió graves daños durante un ataque aéreo. Después de la guerra, fue reconstruida de forma ligeramente diferente entre 1950 y 1953.

10.- La Plaza Josef-Gorres

Plaza Josef-Gorres con la columna de la Historia, Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]
Plaza Josef-Gorres con la columna de la Historia, Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]

Joseph Görres no sólo tiene una estatua frente al Rin (ya sabéis, entre este y el Palacio Electoral) sino que cuenta con la Plaza Josef-Gorres (Görresplatz) en el centro histórico de Coblenza, abierta a las comerciales Firmungstraße y Rheinstraße.

Johann Joseph Görres fue un profesor de instituto y universitario, historiador, escritor e influyente periodista de la primera mitad del siglo XIX, que nació en Coblenza en 1776. En su obra se puede apreciar su compromiso con la democracia y la libertad desde el cristianismo, y la defensa de la unidad alemana, criticando el absolutismo y la censura.

La plaza lleva su nombre desde 1946, aunque desde los primeros pobladores romanos ha tenido varios nombres (Gran Plaza, Paradeplatz, Place Verte, Goebenplatz) y ha cambiado su fisonomía hasta la planta rectangular, ajardinada y arbolada que nos regala hoy.

Indispensable en esta plaza es pasar un buen rato contemplando los detalles de la Historiensäule (la Columna de la Historia), pero de esa curiosidad hablaremos en otro apartado.

11.- Jesuitenplatz, la plaza más bella de Coblenza

Vista parcial de la Plaza de los Jesuitas en Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz}
Vista parcial de la Plaza de los Jesuitas en Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz}

En el corazón del casco antiguo de Coblenza, se encuentra una de las plazas más bellas de la ciudad, Jesuitenplatz. Rodeada de edificios barrocos y restaurantes, es un lugar ideal para pasear y relajarse.

La plaza debe su nombre a la orden de los jesuitas, que se instalaron en Coblenza a finales del siglo XVI. Los jesuitas construyeron un monasterio en el lugar que hoy ocupa la plaza, y más tarde erigieron una iglesia y un colegio.

Detalle de la Iglesia de los Jesuitas en Coblenza / Koblenz, Alemania [@Foto @avistu]
Detalle de la Iglesia de los Jesuitas en Coblenza / Koblenz, Alemania [@Foto @avistu]

El ayuntamiento de Coblenza también se encuentra en Jesuitenplatz, en un edificio histórico que fue reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial.

La plaza fue remodelada en los años 80 del siglo XX, pero conserva su encanto original. Los edificios barrocos, con sus fachadas ornamentadas y sus ventanas de colores, crean un ambiente elegante y acogedor. En la plaza también se encuentra el monumento a Johannes Müller, un científico alemán que nació en Coblenza en 1801.

12.- Florinsmarkt, una pequeña plaza con encanto

Florinsmarkt es una plaza histórica que alberga un bonito conjunto de edificios y que fue centro económico y político de Coblenza en tiempos pasados.

La Iglesia de San Florián, un antiguo monasterio benedictino del siglo XII, es el edificio más destacado de la plaza. Tras una secularización por orden de Napoleón en 1803, la iglesia fue convertida en iglesia protestante en 1820, la primera de la ciudad. En su interior se conserva una bala de cañón que recuerda la destrucción de la ciudad en 1688.

El antiguo Kauf- und Danzhaus, un edificio gótico del siglo XV, fue originalmente un centro comercial, para los barcos mercantes que amarraban en el Mosela y de ocio.

Una bonita calle en el centro histórico de Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]
Una bonita calle en el centro histórico de Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]

13.- Münzplatz, la Plaza de la Moneda

Desde mediados del siglo XI, las monedas de los electores de Tréveris se acuñaron en Koblenz con pocas interrupciones. En el siglo XV, Koblenz incluso se convirtió en la principal ceca del príncipe-obispo, reemplazando a Tréveris. La ceca (o Casa de la Moneda) originalmente estaba formada por varios edificios, que fueron demolidos a principios del siglo XIX, creando la actual plaza Münz.

En 1670, el sitio comenzó a servir como la antigua ceca electoral de Tréveris. Durante este tiempo, en 1773, nació el príncipe Metternich en el Metternicher Hof, quien más tarde sirvió como ministro de Asuntos Exteriores y canciller de Estado del Imperio Austriaco y encabezó el Congreso de Viena en 1814/15.

Bajo el dominio napoleónico, la antigua ceca fue demolida en 1806, excepto la casa del maestro de la ceca, que todavía se conserva hoy. Los jardines y dependencias de la residencia de Metternich también se eliminaron en 1806, creando la Plaza Münz en su forma actual. A partir de entonces, el lugar de nacimiento del príncipe se utilizó como escuela de derecho francesa y el espacio vacante se utilizó inicialmente como mercado semanal.

La Plaza Münz, hoy un lugar atmosférico para conciertos, carnavales y grandes eventos, alberga la casa barroca del maestro de la ceca, construida en 1761/63, y otros edificios notables. La fuente de la plaza, creada por Willi Heinzen, es un regalo de Sparkasse Koblenz a la ciudad y sus ciudadanos con motivo del 2000 aniversario en 1992.

El Kunstgässchen es un pequeño e imperceptible pasaje que conecta la pintoresca plaza Münz con la majestuosa Iglesia de Nuestra Señora. En este encantador callejón encontrarás tiendas decoradas con amor que ofrecen productos artesanales de la más alta calidad.

En algunas zonas de la plaza Münz se descubrieron partes de un fuerte romano y otras estructuras, como los restos de un taller de alfarería del siglo I d.C. y un complejo de baños que se remonta al siglo II / III.

14.- Cuatro curiosidades que ver en Coblenza

Historiensäule, la Columna de la Historia de la ciudad

En la Plaza Josef-Görres se encuentra un monumento digno de admiración, la Historiensäule o Columna de la Historia sobre una fuente.

Esta columna de cerca de 10 metros de altura, ilustra la historia de la ciudad de Coblenza a través de diez escenas tridimensionales dispuestas en secuencia vertical.

Comenzando desde la base, puedes observar el llamado «asentamiento fortificado romano», que representa a los romanos en sus embarcaciones introduciendo el vino en la zona, la Guerra de los Treinta Años o los bombardeos de 1944.

Obra del escultor Jürgen Weber, la Columna de la Historia fue un regalo del Estado de Renania-Palatinado para celebrar el 2000 aniversario de la ciudad de Coblenza en 1992.

Las Cuatro Torres, un cruce histórico en Coblenza

Vier Türme, las cuatro “torres” de Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz ]
Vier Türme, las cuatro “torres” de Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz ]

En el epicentro del casco antiguo, donde convergen las calles Am Plan, Löhrstraße, Marktstraße y Altengraben, se erigen cuatro casas espléndidas que adornan la intersección. Por una peculiaridad arquitectónica, se las conoce como Vier Türme, las cuatro “torres” urbanas.

Estas residencias, con sus torres de ventanales ricamente decoradas, fueron construidas inicialmente en 1608 y todas fueron arrasadas 80 años después en la Guerra de Sucesión del Palatinado.

Reconstruidas entre 1689 y 1692, tres de los cuatro edificios cayeron finalmente en la Segunda Guerra Mundial en 1944 y fueron restaurados y parcialmente ampliados en 1960.

Una de las casas lleva el nombre de «Árbol Verde». En 1950, se construyó un pasaje en la esquina de la casa. Proporcionaba a los peatones una opción alternativa cuando el tranvía, que existió desde 1899 hasta 1967, giraba en la esquina.

De acuerdo con una larga tradición, la casa «Zum alten Peter» albergó una farmacia desde 1730 hasta principios del siglo XXI.

La Estación Principal de la Guardia de Coblenza estuvo ubicada en la «Hauptwache» hasta 1848, lo cual se conmemora con Armas, banderas, mosquetes y cuernos decorando el edificio son un recordatorio de los soldados de Trier que realizaban tareas policiales desde aquí.

La cuarta casa no tiene nombre pero forma parte de este conjunto y a su vez del Patrimonio de la Humanidad del Valle Superior del Rin Medio de la UNESCO desde 2002.

El niño que te escupe

La Fuente de Schängel en acción, Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]
La Fuente de Schängel en acción, Coblenza, Alemania [Foto: Joe from Koblenz]

Puede que conozcas al Manneken Pis “niño meón” de Bruselas, pero si te descuidas en Coblenza puedes acabar empapado por la Fuente de Schängel donde otro niño “escupe” a la calle.

La estatua se encuentra en una esquina de la Willi-Hörter-Platz, a la que se accede atravesando un arco bajo uno de los edificios de la Jesuitenplatz.

¿Y quién era Schängel? Nadie o, más bien todo residente de Coblenza. Cuando la ciudad estuvo bajo control francés, entre 1794 y 1813, el nombre más habitual de los recién nacidos fue el galo Jean (os podéis imaginar la nacionalidad de los padres).

La traducción al alemán sería Johann o Hans, pero en el dialecto local el nombre francés se pronunciaba aproximadamente Schang. Vulgarizado este a Schängel, se convirtió en el gentilicio no oficial, y orgulloso, de los vecinos de Coblenza.

Si os parece pícara la actitud de la estatua, no os perdáis la base de la fuente, donde otros jovenzuelos aparecen retratados en acciones y actitudes traviesas, como fumar, pelearse o burlarse de sus mayores.

Aunque en diciembre cuando visité Coblenza se había desactivado temporalmente la salida de agua (la plaza era uno de los lugares donde se instaló un Mercado de Navidad), en cualquier otra época aseguraos de comprobar en qué parte está el suelo mojado para calcular dónde no quedarse parado contemplando la estatua.

El condenado a muerte que te saca la lengua

El Augenroller de Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]
El Augenroller de Coblenza / Koblenz, Alemania [(c)Foto: @avistu]

La antigua Kauf- und Danzhaus (Casa de Compras y Baile) en Florinsmarkt adorna su fachada con una torre que se proyecta desde ella y en la que hay un reloj, instalado en 1724.

Pero no es el reloj lo que nos interesa, sino lo que está debajo de él, un relieve oscuro de un rostro humano con ojos de descarado fondo blanco, el Augenroller.

No es sólo ese color, con unas azules pupilas, lo descarado, sino lo que hace cada pocos minutos: le saca la lengua a quien se encuentre en la plaza a la vez que sus ojos giran cómicamente.

Según cuenta la tradición local, Johann Lutter von Kobern fue condenado a muerte por sus robos en 1536. Mientras subía al cadalso, burlonamente hizo girar sus ojos con desdén y le sacó la lengua al público reunido para contemplar su ejecución.

Mapa de qué ver en Coblenza

Todos los lugares mencionados en este artículo se encuentran en este mapa turístico.

Para que podáis preparar mejor vuestra escapada por la zona, abarca el suroeste de Alemania, con Wiesbaden, Coblenza, y Tréveris, como ciudades destacadas, las tres que visité en mi último viaje.

En los enlaces podéis encontrar todo lo escrito sobre ellas, y aquí todos nuestros artículos sobre Alemania.

FAQ, preguntas frecuentes, e información sobre Coblenza

Cómo llegar a Coblenza desde España

Mi avión a Frankfurt en la T2 del Aeropuerto de Barajas, Madrid [(c)Foto: @avistu]
Mi avión a Frankfurt en la T2 del Aeropuerto de Barajas, Madrid [(c)Foto: @avistu]

En mi caso llegué a Coblenza desde Wiesbaden en tren (por lo que el hotel junto a la estación fue muy conveniente), y a Wiesbaden lo hice volando primero a Frankfurt (Fráncfort del Meno en español), a menos de 100 km.

Desde el Aeropuerto de Frankfurt estás aproximadamente a una hora y media en coche de Coblenza. En transporte público, dependiendo de a qué hora aterrices y con ello qué tren puedas coger (directos, dirección Dortmund, vía Maguncia, etc.) tardarías entre una hora y cuarto y dos horas.

Si tienes pensado moverte más allá de Coblenza y te interesa tener tu propio transporte, aquí puedes comparar precios de alquiler de coches en el Aeropuerto de Frankfurt (Fráncfort del Meno).

Pero si viajas directamente a Coblenza, echa un vistazo aquí a precios de vuelos desde España a Frankfurt-Hahn, el aeropuerto internacional más cercano a Coblenza, a menos de 70 km de distancia.

Estaicón de autobús de Coblenza y detrás la Estación de Ferrocarril [(c)Foto: @avistu]
Estaicón de autobús de Coblenza y detrás la Estación de Ferrocarril [(c)Foto: @avistu]

Llegar desde él a Coblenza en transporte público es algo menos sencillo, pues primero tendrías que ir en autobús a Mainz y desde allí en tren en autobús a Coblenza. Eso significa unos tiempos de trayecto de entre dos horas y media y tres horas y media. Puedes comprobar horarios y precios de tren y autobús en este comparador.

También aquí puedes comparar precios de alquiler de coches en el Aeropuerto de Frankfurt-Hahn, si vuelas a él.

Dónde alojarse en Coblenza

Habitación en el Ghotel de Coblenza (Koblenz), Alemania [(c)Foto: @avistu]
Habitación en el Ghotel de Coblenza (Koblenz), Alemania [(c)Foto: @avistu]

Coblenza es una ciudad fácil de recorrer a pie, por lo que en esta ocasión me alojé en el GHOTEL hotel & living Koblenz, un moderno hotel a pocos metros de la estación de ferrocarril y de la estación de autobús (Koblenz Hauptbahnhof).

Fachada del Hotel Morjan en Coblenza (Koblenz), Alemania [(c)Foto: @avistu]
Fachada del Hotel Morjan en Coblenza (Koblenz), Alemania [(c)Foto: @avistu]

Si prefieres alojarte en un lugar con vistas al Rin y a la fortaleza, atento al Hotel Morjan***, a pocos metros de la estación del teleférico que sube a la fortaleza y también de la fluvial “Esquina Alemana” y el colosal monumento al Káiser Guillermo I.

Para más opciones, echa un vistazo aquí a casi 300 alojamientos disponibles en Coblenza, con fotos y opiniones de sus huéspedes.

Cómo son los enchufes en Coblenza

Una de las preocupaciones cuando viajamos al extranjero es si podremos conectar nuestros aparatos electrónicos para cagarlos.

En Coblenza no necesitarás un adaptador para los enchufes y podrás conectar directamente a la red tu móvil, tablet o portátil.

Dónde comer en Coblenza

Restaurante Wacht am Rhein en Coblenza (Koblenz), Alemania [(c)Foto: @avistu]
Restaurante Wacht am Rhein en Coblenza (Koblenz), Alemania [(c)Foto: @avistu]

A dos pasos del Morjan, y con terraza con vistas, se encuentra el Restaurante “Wacht am Rhein” (Rheinzollstraße 8, 56068 Koblenz, Alemania), un lugar recomendable para comer (por ejemplo, una Pfälzer Bratwurst) antes de subir al teleférico.

El primer ambiente que te encuentras al entrar es muy agradable y cálido, en estilo coqueto – rústico. Curiosamente, tiene un local gemelo anexo, con su propia entrada aunque yo accedí desde el restaurante, ambientado por completo en el estilo de una calle de la Costa Amalfitana.

Si quieres comer o cenar en un local nada, pero nada, turístico, pero de buen trato y buena comida, yo lo encontré junto al hotel, el Königsbacher Treff (Löhrstraße 143).

Que no os engañe el estilo de bar para ver partidos y aseguraos de tener cobertura de Internet porque no tienen carta en inglés.

En caso de que quieras comer en el centro histórico, Altes Brauhaus (Braugasse 4) es un lugar muy popular y concurrido, con buena comida alemana de todo tipo, incluyendo especialidades en carne.

A la hora de la cena, se apartan las mesas a la izquierda de la puerta y se convierte en una improvisada zona de baile.

Cómo moverse por Coblenza

El centro histórico de Coblenza se recorre fácilmente a pie, que es lo que hice yo.

Si llegáis en tren o autobús a Coblenza, las estaciones Hauptbahnhof Koblenz y Busbahnhofse encuentran una al lado de la otra. Desde ellas hay poco más de 15 minutos andando hasta la Zentralplatz, la entrada al centro histórico de Coblenza.

Existe una tarjeta turística oficial llamada KoblenzCard que ofrece descuentos del 20% al 50% en varias visitas a museos y actividades, pero también 24 horas de transporte gratuito público en la ciudad.

Tiene un coste de 11€ y la podéis comprar en la Oficina de Información Turística en Forum Confluentes.

Cuándo visitar Coblenza

Coblenza es una ciudad que se puede visitar todo el año, aunque yo lo hiciera en diciembre para disfrutar de sus Mercados de Navidad.

Si visitas Coblenza en invierno, entre noviembre y febrero o marzo, tendrás menos turistas en todos los puntos de interés (salvo en los mercadillos navideños), aunque tengas que vestirte en capas por el frío.

En caso de que vengas en primavera, aproximadamente entre abril y junio, vas a poder disfrutar de un tiempo agradable y de los parques y zonas verdes en todo su esplendor, lo que también te será muy interesante si no te quedas en la ciudad y exploras los alrededores.

Con la llegada del verano, julio y agosto, se abre la oportunidad de disfrutar en el exterior de las cubiertas de paseos fluviales por el Rín y el Mosela. Además se celebran eventos y festivales veraniegos, aunque eso supone más gente y más colas.

En otoño, más o menos de septiembre a octubre, las temperaturas son más frescas y notarás un pintoresco cambio en las tonalidades de la vegetación que rodea Coblenza. Este es un momento tranquilo y romántico para visitar la ciudad.

Tienes más información sobre Coblenza en la web de la Asociación de Ciudades Históricas de Alemania y en la página oficial de Destino Alemania.



Información de horarios, precios, y demás datos comprobados a fecha de publicación del artículo, aunque recomendamos comprobar en las páginas web oficiales posibles cambios en la programación, ajenos a nuestro control
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