Este verano, todo parece indicar que solo podremos viajar por España. Bueno, en realidad debería ser «SOLO». Y es que tenemos la suerte de vivir en un precioso país en los que la diversidad cultural, patrimonial y paisajística es abrumadora. Los mejores monumentos naturales y arquitectónicos de España no tienen nada que envidiar a los que se pueden hallar en otras partes del mundo.
Así que, saca el lado positivo de las cosas y lánzate a descubrir las muchas atracciones turísticas que tiene España.
Aquí te dejamos algunos ejemplos que te dejarán boquiabierto.
Índice de contenidos
- 1. Coliseo, Roma – Teatro y Anfiteatro de Mérida
- 2. Selva Negra, Alemania – Selva de Irati, Navarra
- 3. Opera House, Australia – Ciudad de las Artes y las Ciencias, Valencia
- 4. Palacio de Versalles, Francia – La Alhambra, Granada
- 5. Museo del Hermitage, Rusia – Museo del Prado, Madrid
- 6. Playas de Maldivas – Islas Cíes, Pontevedra
- 7. Vesubio, Sicilia – El Teide, Tenerife
- 8. Desierto del Sáhara, Norte de África – Desierto de Tabernas, Almería
- 9. Salto del Ángel, Venezuela – Cola de Caballo, Huesca
- 10. Museo Guggenheim, Estados Unidos – Museo Guggenheim, Bilbao
1. Coliseo, Roma – Teatro y Anfiteatro de Mérida
Si en la eterna ciudad de Roma uno de los monumentos más visitados es el impresionante Coliseo, también te sentirás teletransportado a los tiempos de esplendor de la antigua civilización romana cuando pasees por las calles de Mérida. Allí encontrarás uno de los teatros romanos mejores conservados del mundo.
Además, aunque la pizza y la pasta no son plato de mal gusto, lo cierto es que pocos dirían que no prefieren que sea el magnífico jamón extremeño el que les alegre las pausas entre visitas.
En Navarra se halla uno de los más densos, y mejor conservados, bosques de hayas y abetos en Europa. La Selva de Irati se encuentra a poco más de 100 kilómetros de Pamplona y es un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Aunque regala las mejores vistas en otoño, cuando sus árboles lucen hojas de tonos que van del ocre al amarillo, pasando por distintas intensidades de naranjas y rojizos, Irati no dejará de sorprenderte en cualquier momento del año.
Nada que envidiar al mítico bosque alemán, conocido con el nombre de la Selva Negra y que tapiza la zona montañosa del suroeste del país.
3. Opera House, Australia – Ciudad de las Artes y las Ciencias, Valencia
Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Foto (c) David EscribanoEl edificio de la Opera House, con su aspecto futurista, lleva casi 50 años siendo el emblema de la ciudad australiana de Sídney y es uno de los monumentos más visitados de Oceanía.
Sin embargo, cuando visitas el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias – en el que se encuentra también el Oceanográfico de Valencia – también tienes la sensación de haber entrado en un mundo diferente, con esos extraños y vanguardistas edificios diseñados por el polémico arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Es una visita muy aconsejable para familias con niños y amantes de la ciencia y la naturaleza.
Además, hay una gran cantidad de interesantes atracciones que ver en Valencia.
4. Palacio de Versalles, Francia – La Alhambra, Granada
Una de las máximas expresiones de la grandeza y esplendor de la monarquía francesa es el palacio de Versalles, cuya construcción comenzó, por orden del rey Luis XIV, en 1623.
Sin embargo, son pocos los palacios – árabes, cristianos o de cualquier otra índole – que superen en belleza, tanto por la construcción en sí como por el entorno en el que se asienta, a la Alhambra de Granada. La joya de la corona de las construcciones nazaríes es el segundo monumento más visitado en España, tan solo superado por la Sagrada Familia de Barcelona.
Pasar unos días explorando Granada es uno de los mejores viajes que puedes hacer en España, disfrutando de sus tapas, bares, la hospitalidad de sus gentes, los bonitos barrios de su casco histórico y la exuberante Sierra Nevada.
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5. Museo del Hermitage, Rusia – Museo del Prado, Madrid
Ocupando el antiguo palacio de los zares en San Petersburgo, el Museo del Hermitage es una de las mayores pinacotecas y museos de antigüedades del mundo.
Sin embargo, el Museo Nacional del Prado, ubicado en el mismo centro de Madrid, es uno de los museos más importantes del mundo, albergando un gran número de joyas de los magníficos pintores europeos que vivieron, y crearon, entre los siglos XVI y XIX. Habrá que ver cuáles son las nuevas medidas de visitas en el museo, pero parece ser que, debido al distanciamiento social que habrá que guardar, se podrá disfrutar de las obras de un modo más íntimo.
6. Playas de Maldivas – Islas Cíes, Pontevedra
Aguas cristalinas en las que habita una importante vida submarina. Playas de arena de una blancura tal que, al reflejar la luz solar, ciega a cualquier que ose fijar su mirada en ella. Un entorno natural protegido en el que apenas adquiere protagonismo el toque de la mano del hombre.
Es una descripción que se ajusta perfectamente a paraísos de orden mundial, como las islas Maldivas o las Seychelles, pero también a las playas que encontrarás en unas pequeñas islas de la provincia de Pontevedra: las islas Cíes.
Además, últimamente, y debido al cambio climático, el tema del calor y el sol – algo que, históricamente, no ha pasado por ser uno de los puntos fuertes de Galicia – es una cosa que también ha comenzado a solucionarse.
7. Vesubio, Sicilia – El Teide, Tenerife
Es cierto que el volcán Vesubio es uno de los más icónicos de Europa. Sin embargo, en el centro de la isla de Tenerife, el Teide se eleva como un auténtico gigante de roca volcánica hasta los 3.718 metros sobre el nivel del mar. Además, puedes hacer excursiones nocturnas y disfrutar de la observación de estrellas en uno de los cielos más limpios de Europa.
Aunque el Teide es el rey, la isla de Tenerife esconde muchas otras sorpresas, como sus consabidas playas de primera calidad, los bosques milenarios de laurisilva que tapizan el Macizo de Anaga y los magníficos e imponentes acantilados de Los Gigantes, entre otras.
8. Desierto del Sáhara, Norte de África – Desierto de Tabernas, Almería
Los desiertos siempre han tenido un halo mágico que ha conseguido embrujar al hombre. Sabemos que son lugares inhóspitos, en los que sobrevivir es un reto para el ser humano, pero igualmente nos sentimos empujados a explorarlos y sentirlos bien dentro de nuestra alma. Nos dan paz dentro de su inclemencia.
El del Sáhara es uno de los desiertos más conocidos del mundo.
Sin embago, hasta que podamos viajar a ese inmenso páramo africano, podemos sentir la mística soledad del desierto en las bellas tierras almerienses de Tabernas. Además, a los cinéfilos les agradará saber que aquí se han rodado películas de la talla de ‘Indiana Jones y la Última Cruzada’ (1989), ‘Un puñado de dólares’ (1965), ‘Lawrence de Arabia’ (1962) y ‘Le seguían llamando Trinidad’ (1971), pudiendo pasar unas noches en un verdadero poblado del Oeste.
9. Salto del Ángel, Venezuela – Cola de Caballo, Huesca
En el venezolano Parque Nacional de Canaima, rodeado de una exuberante naturaleza, el Salto del Ángel pasa por ser el salto de agua más elevado del mundo, con una altura de 979 metros y una caída ininterrumpida de 807 metros. Es un lugar de extrema belleza y que hipnotiza a cualquier que lo contempla, pero, tal y como están las cosas, este año va a ser complicado viajar a Venezuela.
Por ello, merece la pena viajar al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido – el segundo más antiguo de España y que se extiende por la comarca de Sobrarbe, en el pirineo oscense – y disfrutar del famoso salto de agua llamado «Cola de Caballo». El agua salta aquí desde una altura de 54 metros – poco comparado con los saltos de Canaima, pero uno de los mayores de España -, rodeadas de bosques y matorrales.
El otoño es el momento en el que podrás admirar una mayor variedad de colores en los bosques de Ordesa. No olvides, tampoco, tomarte algo en los buenos restaurantes de pueblos tan bellos como Aínsa o Boltaña, situados en las cercanías del parque nacional.
10. Museo Guggenheim, Estados Unidos – Museo Guggenheim, Bilbao
La Fundación Guggenheim se jacta de mostrar al mundo, en las exhibiciones de sus museos, algunas de las mejores piezas del arte contemporáneo. Y lo cierto es que lo consiguen, pero no solo en Nueva York, sino también en su impresionante sede de Bilbao.
La fisionomía moderna de Bilbao no se entiende sin el Guggenheim. El edifico diseñado por el laureado arquitecto canadiense, Frank Gehry, se asoma a la icónica ría de Bilbao para verse reflejado y admirarse a sí mismo. En su interior, exhibiciones temporales y colecciones permanentes asombran a amantes del arte llegados de todo los rincones del mundo.
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Y una vez hayas visitado esta maravilla, no dudes en darte una vuelta por Bilbao y la preciosa comarca de Uribe. Un viaje en el que puedes pasar un par de semanas sin haber desaprovechado ni un solo minuto.