Los 10 lugares imprescindibles para visitar en Bruselas

Bruselas, capital de los burócratas europeos es también la capital del mejor chocolate y la mejor cerveza del país. La capital belga ofrece muchas sorpresas a aquellos que solo tienen a esta ciudad como referencia del parlamento europeo y poco más. Bruselas es una ciudad vibrante, con un casco histórico sorprendente y un estilo de vida animado con un montón de terrazas donde comer bien, saborear los clásicos mejillones y las cervezas más elaboradas del mundo.

Asimismo, la proximidad con las históricas ciudades de Flandes, la hacen un destino ideal para alargar durante 3 o 5 días visitando Brujas, Gante, Malinas u otras maravillas flamencas.

A continuación os proponemos los lugares más destacados de Bélgica. Si vas en una visita apurada de un día también puedes leer nuestra guía de Bruselas de un día y si dispones de un fin de semana os recomendamos nuestra guía de viaje a Bruselas de tres días.

1. Grand Place

La Grand Place es una de las plazas más bonitas y majestuosas de Europa. Es uno de esos lugares que te dejarán maravillado. No pierdas la oportunidad de acercarte de día y también de noche ya que la iluminación nocturna la embellece todavía más. A lo largo de la plaza, sus edificios monumentales como el Ayuntamiento, la casa de gremios y la Casa del Rey son obras de arte en las que, a buen seguro, te quedarás embobado contemplando sus detalles.

Según la época del año podrás encontrar un distinto escenario en la misma Grand Place. Si por ejemplo, viajas en agosto a Bruselas, la encontrarás con una enorme alfombra de flores. Si lo haces durante el mes de diciembre, un enorme árbol de Navidad y una preciosa iluminación decora sus monumentos principales.

Desde la Grand Place parten todas las arterias principales de Bruselas. Os recomendamos que os apuntéis a un tour gratuito en español por la ciudad, con un par de horas y media tendrás un buen bagaje que te permitirá luego profundizar en los lugares que más te hayan gustado.

2. Manneken Pis y sus amigos

La pequeña estatua del niño meando es uno de los reclamos turísticos más conocidos de Bruselas. Hacerse un selfie con el pequeño protagonista es todo un reto por su menudez y por el volumen de gente que se agolpa en las inmediaciones tratando de hacer lo mismo que tú. Según la conmemoración del día puede que lo encuentres vestido de tirolés, de escocés o lo que toque ese mismo día.

Asimismo, el Manneken Pis no es el único meón de la ciudad. A su vez, existe su réplica en niña, Jeanneke Pis, y también la versión canina con Zinneke Pis. Si viajas con niños, puedes jugar a encontrar a los tres meones de Bruselas, es una buena forma de convertir la visita a la ciudad en toda una aventura.

3. Seguir la ruta del cómic

Todos los chavales en Bélgica han nacido con un cómic debajo del brazo. La cultura del cómic está muy arraigada en el país y, concretamente en Bruselas, encontrarás varias edificios cuyas fachadas muestran auténticas obras de arte. Entre los protagonistas que decoran varios de los edificios de Bruselas encontrarás famosos como Lucky Luke, Astérix y Obélix, los pifufos, Tintín, Milú y el Capitán Haddock y otros menos conocidos a nivel internacional.

4. Las galerías Saint Hubert

Ya sea en un día lluvioso o soleado, debéis entrar y pasear por la galería Royales de Saint Hubert. Se trata de un boulevard cubierto con un exquisito arte decorativo del siglo XIX. En su interior cobija alguna de las mejores tiendas de joyas, gofres, chocolates y cafeterías de la ciudad. Aprovecha para hacer tus compras.

Las galerías están separadas por tres zonas bien distinguidas y de sangre azul que llevan el nombre de Galería de la Reina, Galería del Rey y Galería de los Príncipes.

A través de ellas podrás conectar la zona de la Grand Place con el barrio del Teatro de la Monnaie.

5. La Catedral de Bruselas

La Catedral de Bruselas está dedicada a San Miguel y Santa Gúdula y adquirió su categoría de catedral durante la década de los sesenta del siglo pasado. Se trata de una iglesia del siglo XIII con su estilo gótico y es la iglesia católica de más relevancia del país. Por ella han pasado las bodas más importantes del país así como las coronaciones reales.

Podéis visitar la planta principal de forma gratuita mientras que por un euro podéis adentraros y visitar los restos arqueológicos y por dos euros a la sala del Tesoro.

6. La iglesia y el boulevard de Saint Catherine

El barrio de Saint Catherine es uno de nuestros preferidos en Bruselas. Aquí podrás observar la vida diaria y ajetreada de mercado, con un montón de terrazas donde algunas sirven ostras con su copa de vino y productos frescos del día. Un largo boulevard que durante la Navidad se amontona de paradas de mercadillo ofrece un paseo precioso frente a la iglesia de Saint Catherine.

Asimismo, alrededor de esta zona encontramos nuestro restaurante preferido en Bruselas, el Grimbergen Café donde nos zampamos unos estupendos mejillones, ensaladas y estofado de carne.

7. Una visita al Atomium

Una visita a Bruselas no puede darse por terminado sin acercarse al símbolo más característico de la ciudad junto al Manneken Pis: el Atomium. Esta gigantesca construcción levantada durante los cincuenta ofrece la representación de un átomo elevado a 165 billones de veces. En la visita puedes entrar por él y conectar entre las bolas que forman la estructura del átomo.

Además, desde su altura tendrás unas estupendas vistas a la ciudad.

El Atomium está muy bien conectado con el metro desde el centro. Lo encontraréis abierto desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde.

8. Un paseo por Mini Europe

Si vais con niños, un paseo por Mini Europe es una visita obligada. En todos los viajes con pequeños es importante incluir una dosis de diversión y Mini Europe es una apuesta asegurada. Este recinto al aire libre muestra réplicas de los monumentos más importantes de toda Europa. En cada una de estas réplicas hay botones y palancas que tocar y con ellas se activan barreras, se accionan trenes, aviones, etc. Esos botones son ideales para evitar el aburrimiento y tus hijos estarán encantados del paseo y no se querrán ir.

Para los adultos significa un agradable paseo conociendo los edificios más emblemático de cada país de Europa. Asimismo, gracias a su proximidad, obtendrás unas perspectivas inusuales al Atomium ya sea con la Torre Eiffel o la torre de Pisa decorando la escena.

9. El Palacio y Parque Real de Bruselas

A pocos metros de la parada de metro de Trône con la línea 6 tenéis el majestuoso Palacio Real que bien merece una visita. Este monumento fue la residencia de los reyes belgas durante siglos y hoy en día constituye el palacio oficial del rey Felipe de Bélgica.

Podéis verlo por fuera y después pasear por sus hermosos jardines. Si os aventuráis a entrar, la visita es gratuita aunque solo abre desde finales de julio hasta principios de septiembre, la gran escalera de mármol en la entrada os causará una gran impresión así como varias salas de gran nivel artístico y poso histórico como la de Goya o la del Trono.

10. Un recorrido por el Barrio Europeo

El Parlamento Europeo ha creado el ADN de Bélgica. Sin lugar a dudas. Los miles y miles de funcionarios y representantes que trabajan en la capital de Europa, de una forma u otra, han ido perfilando el carácter de Bruselas de cierta manera y especialmente toda la zona que rodea el Parlamento Europeo y otros edificios que constituyen la Unión Europea.

Además del Parlamento Europeo puedes visitar otros como la sede oficial de la Comisión Europea (Belayrmont), el Consejo de la Unión Europea (Justus Lipsius) y varios parques alrededor de la zona.

Una buena manera de visitar esta zona alejada del centro es reservando los billetes del autobús turístico de Bruselas, con sus dos líneas podrás llegar al barrio Europeo, pasear por él, y desplazarte nuevamente hacia el centro de la ciudad.