Llegamos a los 3000 posts en Viajablog (y 10000 comentarios)

Parece mentira que este pequeño rincón donde nos reunimos cuatro amigos para contar nuestras aventuras de viaje haya llegado a la friolera de los 3,000 artículos y junto a este número, otro mágico, el de 10,000 comentarios publicados por nuestros lectores –un dato que entendemos todavía más importante.

Viajablog -o el viejo tal y como lo bautizamos cariñosamente entre nosotros- empezó siendo un lugar donde compartir experiencias y batallitas de viaje, generalmente de aventuras con la mochila a cuestas durante largas temporadas, y el tiempo ha dado paso a todo tipo de experiencias, de viaje y de amistad.

Durante los primeros años recuerdo que existían muy pocos blogs de viaje. Apenas había una docena de páginas conocidas en castellano -sin cara visible- y me atrevería a decir que la mitad de ellas tenían otras intenciones más encaminadas a posicionar contenido y aprovechar el tirón de las búsquedas en un terreno todavía por explotar. Prácticamente el único método de contacto con otras bitácoras que teníamos por entonces era el frío muro de Google Reader.

Con el tiempo llegó Facebook, Twitter y demás redes sociales. De pronto la blogosfera puso un pequeño avatar –una personita de carne y hueso- detrás de cada una de sus bitácoras, conocidas o desconocidas, y tímidamente empezaron a saludar por el mundo virtual. Se había estrechado el lazo.

quique-viajablogA modo personal suelo huir de señales identitarias, pero todos entendimos que -quisiéramos o no- formábamos parte de una gran comunidad apasionados por conocer el mundo, aprender de él y contagiar el virus viajero.

Tras los pixels encerrados en los avatares, gracias a las Oficinas de Turismo, llegaron los blogtrips y un buen puñado de pixels se convirtieron en un nuevo amigo con muchas más cosas en común que ciertas amistades que uno suele arrastrar desde la infancia. El círculo se cerraba.

Parece mentira pero viajar y publicar mis aventuras, hoy en día, viene a ser una pequeña parte de todo lo que me apasiona en Viajablog.

Si lo equiparamos al sistema solar, alrededor del blog existe toda una serie de planetas y satélites a los que hincar el diente y aprender. No conozco otro medio donde uno acabe siendo tan intruso profesionalmente como en un blog: periodismo, marketing, reporting, SEO, comercial, pequeño empresario, diseñador web, fotógrafo, ventas e incluso ponente en charlas de turismo profesional. Alguno podrá pensar que el hecho de que no esté bien remunerado tiene delito, pero lo mas importante es que a pesar de los pocos recursos que llegan sigo motivado: por el mero hecho de aprender viajando por el mundo, los avances de la tecnología y de los caminos inescrutables que a veces nos acaba llevando el viejo.

Los primeros años era esto: viajar, publicar, responder comentarios y recibir algún mail. Hoy en día, debemos encontrar un agujero, olvidarse del mal vicio del procastrinar, dejar todo a un lado y ponerse a escribir.

En Hebrón, Palestina, un buen día visité la supuesta tumba de Adán y Eva. El lugar, aunque motivador y muy recomendable, no parecía en absoluto el paraíso en la Tierra que algunos soñaran. Si realizamos un ejercicio comparativo y elevadamente desmesurado, el blog sí sería para mi una especie de paraíso:

Con un vasto repertorio de árboles frutales voy disfrutando del sano vicio de pecar; por la mañana manzanas (repaso el mail, retoco fotografías, leo twitter, estadísticas, redacto el post…), por la tarde mangos (Google Webmaster, miro twitter, facebook, pico código, me paso un rato con un nuevo descubrimiento -por ejemplo, Excellent Analytics-, comparo títulos con Trends…) y por la noche un poco de sandía (vuelvo a repasar el post, leo blogs, programo, hago un backup, leo twitter, respondo mails, redacto propuestas, aprendo nuevas herramientas, apunto si Google se ha olvidado de algún viejo artículo…) . Y al día a siguiente a repetir y a disfrutar de la vida y los viajes.

Iberia Express

Y sólo os he contado un día rutinario en el paraíso terrenal: cuando no estoy de viaje. ¡Así que imaginaros lo bonito que es el auténtico paraíso para mi cuando empieza la aventura de verdad!

Y el día que toque, ¡que me juzguen por pecar!

Son muchas horas pasadas de viaje y ante la pantalla. Muchas horas desde el primer día de abril de 2005 cuando le dimos a la tecla de «crear» en Blogger hasta el día de hoy en que cumplimos 3,000 artículos. Determinar si el viaje ha sido largo, corto, provechoso o una pérdida de tiempo solo puede contemplar una respuesta subjetiva. Viajablog ha trazado el camino y nosotros hemos seguido la senda, no al revés. Y esa es probablemente la magia que nos atrapa al viejo. ¿Quién sabe donde nos va a llevar?

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