El pequeño Aeropuerto de Bratislava (M.R. Stefaniká) se encuentra situado a unos 9 km a las afueras de la capital y está perfectamente comunicado con la misma a través de un frecuente servicio de autobuses, amén de los omnipresentes taxis.
Cuando aterricéis dirigíos a la Terminal B, al lado de la puerta está la Oficina de Información Turística, que es el sitio donde aprovisionarse de las primeras guías y mapas. Justo enfrente, en la Oficina de Cambio de moneda podéis comprar el billete de autobús para la ciudad, por sólo 70 céntimos de euro y que os permite viajar durante 60 minutos (90 el fin de semana) después de ser validado.
Si veís que hay cola, salid de la terminal y a la derecha y unos metros enfrente, está la marquesina donde se coge el autobús y en un extremo hay varias máquinas expendedoras de todas las modalidades de billetes, con instrucciones en eslovaco y alemán. El que os interesa es el cuarto desde arriba (ya sabeís, guíaos por el precio, el tiempo y no os compreís el “reduced” salvo que seaís estudiantes eslovacos).
No os soprendáis si ya empezáis a ver que los precios están también en coronas (21,09 Sk en este caso) porque Eslovaquia sólo lleva en el euro desde Enero y se da a título orientativo, como en España aún hay la cifra en pesetas al final de los tikets de compra de El Corte Inglés.
De las dos líneas que llegan hasta el aeropuerto (61 diurno/nocturno y 96) la que a nosotros nos interesaba era la 61 y el vehículo llegó a los diez minutos. Según os subís hay una maquinita en la que introducir el billete para validarlo, no hacerlo es una infracción y os acarrea una multa.
Para facilitarles las cosas a oriundos y foráneos, una pantalla informativa (situada junto al techo tras el conductor) muestra el nombre de la ruta y cúal es la siguiente parada (si os fijáis, en cada parada hay un cartel con su nombre, las líneas que allí paran y el tipo de vehículo, tranvía, autobús, o autobús eléctrico).
A poco más de 20 minutos de viaje nos encontramos la parada de Karpatská, situada en la acera opuesta y unos 100 metros antes de nuestro alojamiento para ese fin de semana, el Hostel Possonium, en la calle Šancová, número 20.
Por cierto, casi me olvido, si sois de los que dejan el enviar postales para la última hora, en el Aeropuerto hay una oficina de Correos ¡así que no hay excusa!
Horarios Aeropuerto – Bratislava | Línea 61
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Las máquinas de billetes son exactamente iguales a las Checas (al menos a las de Praga) Qué curioso! Imagino que 16 años despues de su separación aún se siguen percibiendo como un mismo país…
Queremos más detalles de ese viaje que hicisteis los cuatro ;)
Estamos trabajando en ello…por lo menos en lo contable ;)
No recuerdo como eran las de Praga, nebulina, pero sí que es curioso porque son máquinas nuevas, no tienen pinta de llevar 16 años a la intemperie, o sea que o había miles en un almacén muy bien guardadas o tienen al mismo tipo diseñándolas :)
Curioso que la separación fuera gestionada a los más altos nivelés políticos porque “in a September 1992 poll, only 37% and 36% of Slovaks and Czechs, respectively, favored dissolution”, Wikipedia dixit. El común de los habitantes de Praga o de Bratislava, supongo que tendría otras preocupaciones en mente…
Ya llegarán ya! jejeje las copas y la marcha se lo dejamos al alicantino :)