La ciudad que nunca duerme es conocida por muchas cosas: ser el escenario favorito para las películas de Woody Allen, tener banda sonora compuesta por Sinatra o tener uno de los perfiles de rascacielos más reconocibles de la cinematografía mundial. Ahora, además, será conocida también por sus cataratas, aunque no sean naturales, como las del Niagara.
Desde el 15 de Julio y hasta el 15 de Octubre, neoyorquinos y turistas podrán disfrutar de ese curioso espectáculo en cuatro puntos distintos: el famoso Puente de Brooklyn, entre los Muelles 4 y 5, en el Muelle 35 y en la Isla del Gobernador. El proyecto, patrocinado por el Fondo de Arte Público (Public Art Fund, anotación al margen: ¿no se os hace raro, cuando hablais con fluidez un idioma, traducir nombres de organismos a otro?, a mí si…). El proyecto, decía, consta de cuatro cataratas artificiales de entre 90 (27,43 m) y 120 pies (36,57 m), que estarán funcionando los 7 días de la semana, desde las 7 de la mañana a las 10 de la noche, y contarán con una iluminación especial durante la noche.
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Esta obra de arte urbano-natural la firma el danés Olafur Eliasson, responsable anteriormente de un espectacular montaje, The Weather (El clima), en la Tate Modern de Londres, que atrajo a más de 2 millones de visitantes durante los 5 meses que esa instalación, con un sol gigante hecho con doscientas bombillas amarillas, espejos y niebla artificial, acaparó la atención en el Turbine Hall (Sala de Turbinas, no olvidemos que el edificio fue anteriormente una fábrica).
Por supuesto, la mejor manera de verlo será desde el río.
TFW
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