Partí de Eilat en dirección a Jerusalén en autobús. Desde la estación central de autobuses de Eilat -se encuentra cerca del centro- parten autobuses hacia diferentes destinos del país. Era sábado -Sabbath- y pocos eran los autobuses que salían ese preciso día. Por fortuna, el autobús en dirección a Jerusalén salía a las 4:30 de la tarde (de hecho partieron 3 autobuses a la misma hora) y por 70 shequels y unas 5 horas llegué a la estación central de autobuses de Jerusalén en su parte oeste.
Tras pasar las mochilas por los detectores de metal me encontré en Jaffa Road. Desde ahí se puede coger el autobús urbano 21 que os dejará en la puerta de Jaffa; una de las entradas principales a la ciudad vieja. Por otro lado, si preferís andar, tenéis un camino in pérdida siguiendo la misma Jaffa Road de unos 20 minutos.
Llegué andando a la impresionante puerta de Jaffa y a pocos metros en su interior me esperaba el hostal Petra. Este hostal tiene probablemente una de las mejores vistas a la ciudad desde su azotea. No obstante, las vistas a su interior han disfrutado de mejores épocas. Mark Twain, Herman Melville, Edmund Allenby y el Zar Nicolás visitaron en su tiempo este hostal y dudo mucho que encontraran colchones tan delgados en el dormitorio ni tanta mugre en los lavabos. 70 shequels me costó la noche con desayuno incluido aunque se lo podrían haber ahorrado. El desayuno consiste en un buffet libre con huevos de muy mala pinta, unas pastas precintadas -lo único que probé- sobre de café y té pero ni rastro de agua caliente…
Estuve a punto de cambiar de hostal pero la pereza me venció y emprendí la marcha para recorrer las calles Jerusalén.
Pasé cinco noches en Jerusalén. Todas ellas en el hostal Petra. Por un lado, la mugre te tira para atrás pero el hostal sigue teniendo ese encanto mochilero donde te encuentras con otros viajeros solitarios con los que compartir información, experiencias y vivencias por el mundo. La mayoría acostumbra a quedarse al menos una semana en la ciudad santa y eso crea vínculos especiales al final del día en la sala de estar.
Hablando con ellos descubrí que algunos se mudaron a otros hostales de la ciudad pero seguían viniendo por la tarde para saludar y pasar las últimas horas del día acompañados.
Entre los mejores hostales que me aconsejaron fueron:
Hebron Hostel: Se encuentra en el interior del casco antiguo en el barrio cristiano. Está limpio y las camas en el dormitorio salen por 50 shequels.
New Palm Hostel: Se encuentra al exterior de la ciudad antigua. Justo enfrente de la puerta de Damasco. Es nuevo, limpio y las camas salen por 60 shequels. Aunque no se encuentre en el meollo es muy conveniente gracias a la proximidad con las paradas de autobuses de la estación del este de Jerusalén.
Imperial Hostel: Algo más sucio que los anteriores, se trata de un antiguo edificio donde las camas salen a 70 shequels. Se encuentra en la misma puerta de Jaffa, al lado del Petra Hostel.
Swedish Hostel: Se encuentra en la calle que se adentra al casco antiguo viniendo por la puerta de Jaffa. Una largas escaleras os llevan hasta el hostal. Según me contó una sueca que conocí en Belén, en el hostal no hay ningún sueco, las habitaciones son decentes, está bastante limpio y las camas en dormitorio salían por 60 shequels.