Sí, Glasgow es una de esas ciudades que parece que un prestidigitador se saca de la chistera cuando menos te lo esperas. Te la pueden haber pintado como ciudad industrial, con poco para ver, con muchos pubs, dos equipos de fútbol que compiten por la hegemonía escocesa y poco más… Bueno, pues dale ese resumen al mago, que lo meta en el sombrero de copa y a ver qué saca. Yo, que me compré el juego de Magia Borrás de pequeño, puse en práctica el truco hace un par de meses y me salió de diez. Ni el mismísimo David Copperfield…
Glasgow me sorprendió como pocas otras ciudades europeas. Es lo que pasa cuando tampoco esperas mucho y te dan tanto.
Una ruta de arte urbano como no he visto otra, un museo de variedades – como el de Kelvingrove – cuyo interés reside en su máximo caos, una magnífica necrópolis (escoltada por la catedral), parques, modernas calles comerciales y, para más inri, Glasgow también ofrece un buen número de planes gratis.
De entre estos planes gratis, una de las mejores cosas que hacer en Glasgow en familia es visitar el Museo de Riverside.
Un poco de historia del Museo de Riverside (Riverside Museum)
En la actualidad, el bonito edificio del Museo de Riverside aloja el Museo del Transporte de Glasgow (Glasgow Museum of Transport).
El edificio tiene un diseño precioso. El sitio en el que se levanta el museo también tiene mucha historia y no es una casualidad, ya que se trata del lugar donde se encontraba el antiguo astillero de A. & J. Inglis, en la ribera norte del río Clyde, cerca de su confluencia con el río Kelvin. Su fachada juega con ello, teniendo la forma forma de una ola. Esa ola fue lo primero que vi desde la lejanía, mientras me acercaba desde el centro caminando por la ribera del río.
El Museo de Riverside fue inaugurado en junio del 2011 y muy pronto se convirtió en una de las principales atracciones turísticas que ver en Glasgow. No en vano, en el año 2013 fue galardonado con el premio al Mejor Museo Europeo del Año. Ahí es nada. Además, el año pasado recibió la visita de casi 1,2 millones de personas, convirtiéndose en la cuarta atracción turística más importante de Escocia. Un hito, teniendo en cuenta que en la tierra de Braveheart tiene lugares como Edimburgo, el Lago Ness, la isla de Skye, las Highlands y muchos otros atractivos de mucho peso turístico.
La visita al Museo de Riverside
Llegué al Museo de Riverside cerca de las 3 de la tarde de un gélido sábado de marzo. La famosa ‘Beast of the East’ había sumido el Reino Unido en un caos de nieve y parones de tráfico, tanto aéreo como terrestre y yo caminaba penosamente por la orilla norte del río Clyde cuando levanté la mirada y vi la forma de la ola del edificio diseñado por el grupo de arquitectos de la compañía Zaha Hadid.
Al entrar, agradecí el calorcito ambiental. El lugar estaba lleno.
La naturaleza del Museo de Riverside y el hecho de que sea gratuito le convierten en uno de los lugares preferidos que ver en Glasgow para las familias como plan de fin de semana. Me vi rodeado de niños y, también, un buen número de personas mayores.
Más de 3.000 objetos en exhibición
El colorido que encontré en el Museo de Riverside nada más entrar hizo que me gustase al instante.
Una furgoneta de corte hippie fue lo primero que vi, también un antiguo camión de bomberos y un autobús de dos plantas de la primera mitad del siglo XX. Solo era la punta del iceberg de una exhibición que tiene nada menos que tres mil y pico objetos.
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Un poco de todo
Aunque pasé un par de horas en el Museo de Riverside, lo cierto es que necesitas mucho más tiempo para explorarlo a fondo.
Es el típico lugar que, si viviera en Glasgow, visitaría varias veces al año para ir desentrañando sus secretos poco a poco.
En el Museo de Riverside encontrarás desde modelos de las primeras bicicletas y monopatines, hasta locomotoras originales de mediados del siglo XX, pasando por una gran número de espectaculares maquetas de barcos – de mercancías y militares – cuya historia está ligada a la de la ciudad.
También hallarás una espectacular colección de motos y de coches antiguos. Entre las motos, me llamó especialmente la atención la BMW que llevó Ewan McGregor en uno de sus grandes viajes (el viaje desde Escocia hasta el sur de África).
Muchos de los objetos del museo son interactivos. Estos son los preferidos por los más pequeños de la familia, pero reconozco que yo los disfruté como si fuera uno más. Puedes sentirte bombero, saber cómo se batió el record de velocidad en bicicleta, entrar en un antiguo tranvía, autobús o vagón de metro, explorar tiendas y bares de estilos que van desde finales del XIX a la década de 1980… Incluso subirte a un carruaje tirado por caballos.
Además, en este moderno museo interactivo, podrás escuchar y leer un sinfín de explicaciones que harán que te marches de allí con muchísimos nuevos conocimientos.
Mención aparte merece el enorme velero que hay junto al museo, atracado en el río. Puedes entrar para ver la vida a bordo en sus viajes de finales del XIX y principios del XX:
Recorrí las dos plantas del museo maravillándome con todos aquellos artefactos – por cierto, también hay animales por aquí y allá, objetos de antiguos controles de seguridad de aeropuertos y otros raros artefactos – hasta que llegué al pequeño restaurante/cafetería de la planta de arriba y aproveché para tomarme un chocolate caliente antes de volver a salir al inclemente frío escocés y seguir mi recorrido por una ciudad que ha sido mi sorpresa viajera del 2018.
Información práctica para visitar el Museo de Riverside
Horarios:
De lunes a jueves y el sábado de 10 de la mañana a 5 de la tarde.
Viernes y domingos de 11 de la mañana a 5 de la tarde.
Precio de la entrada:
Entrada gratuita para todos los públicos
Dirección
100 Pointhouse Place,
Glasgow,
G3 8RS
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Sitio web | Riverside Museum