Ruta senderista recorriendo el Parque Natural del Garraf con inicio en la estación de tren de Garraf siguiendo las marcas de los senderos GR-92 y el PR C-37 para finalizar en la estación de tren de Sitges pasando por la Creu de Sant Isidre.
A pesar de encontrarse a pocos kilómetros de Barcelona y sufrido calamidades paisajísticas con canteras que parecen el averno, túneles que han dejado la zona hecha un queso gruyère y fábricas de cemento que parecen surgidas de una era post-nuclear, el parque natural del Garraf todavía muestra sus encantos naturales con algunos rincones vírgenes y vistas al mediterráneo envidiables.
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El recorrido que vamos a relatar a continuación no precisa de coche. Lo podemos hacer perfectamente usando los trenes de cercanía de la línea R2 que unen Barcelona con Sant Vicenç de Calders con paradas que se encuentran cercanas al parque natural del Garraf como Castelldefels, Garraf y Sitges.
La jornada la iniciamos en la estación de Renfe de Garraf. Salimos por la cara norte de la estación en busca de la carretera nacional donde veremos las primeras marcas rojas y blancas del GR-92. Tras realizar una amplia curva veremos que las marcas nos alejan de la carretera a través de un sendero que asciende y paulatinamente empezaremos a tener vistas al mar y al pequeño pueblo de Garraf.
El camino va realizando un zigzag ascendente hasta llegar a la enorme cantera que rompe la naturaleza virgen de la zona. Con semejante esperpento a mano derecha la pista de tierra realiza abruptas subidas en recto hasta llegar a la cima de la cantera. Nos vamos desplazando hacia la derecha y pasamos un curioso centro de perros abandonados que nos saludarán a nuestro paso.
Llegamos a la Pleta donde se encuentra la oficina del parque natural del Garraf. A su alrededor un sendero a modo de itinerario botánico de un kilómetro con el que podremos conocer y observar la flora y geomorfología más características del macizo del Garraf. El recorrido está adaptado para visitantes con discapacitad física y tiene una duración de unos 40 minutos.
A partir de aquí deberemos seguir la carretera principal unos pocos kilómetros en un ascenso continuado hasta llegar al Pla d’en Querol. Las letras de ánimo escritas a tiza sobre el pavimento nos evocan una pasada carrera de ciclismo y también nos animarán a terminar el ascenso.
Una vez hemos llegado al Pla d’en Querol (487 metros) tenemos varias opciones, por un lado podemos subir a La Morella, el pico más alto del parque natural del Garraf con sus 593 metros, junto a el se levanta el centro astronómico del Garraf y por el otro lado el GR-92 desciende en dirección a Vallgrassa.
Nosotros tomaremos esta última opción. La vegetación en esta zona es muy abundante y entre ramas, zarzas y piedras escondidas entre la maleza nos dificultará el paso. La bajada es breve pero abrupta. Una vez en el interior del valle seguimos un torrente seco. Debemos prestar atención en esta zona ya que las abundantes piedras de todos los tamaños posibles y la maleza dificultan el paso y esconden las marcas del sendero que andamos siguiendo.
A lo largo del parque natural del Garraf se conocen centenares de cavidades, la mayoría verticales y de variadas dimensiones que provocarán las delicias de los espeólogos. Como senderistas, deberemos andar con especial atención en ciertas zonas y no desviarnos del camino indicado (aunque cueste encontrarlo en ocasiones) especialmente en la zona cercana a La Morella y el sendero que une el Pla d’en Querol con Vallgrassa.
Al cabo de una media hora llegamos a Vallgrassa, un curioso centro experimental de las artes que permanece cerrado entre semana y no pude visitar en esta ocasión. A partir de Vallgrassa se nos vuelven a abrir varias opciones: seguir el GR-92 por el interior del parque natural del Garraf o bien tomar el PR C-37 que toma el camino recto en dirección nuevamente al mar.
Nosotros escogimos esta última opción. Una amplia pista forestal nos lleva por una zona de amplias vistas e iremos pasando varias masias y campos de labrado a nuestro lado.
Con el mapa de la Alpina en mis manos decidí probar suerte y llegar a Sitges desde el Puig de Boronet y la Creu de Sant Isidre. Para ello me desvié del PR C-37 tras pasar por el collado de la Fita y virar a la izquierda en un cruce de los caminos que convergen en una valla. Si queréis hacer esta recomendable variante deberéis prestar atención después de pasar por el club de caza que veréis a vuestra izquierda siguiendo la pista forestal.
El camino se convierte en un agradable paseo entre altos pinos cosa que se agradece. Hasta entonces el parque natural no nos ha brindado la posibilidad de vislumbrar demasiados árboles a lo largo del recorrido. A unos 200 metros deberéis encontrar un pequeño sendero que se interna en el bosque hacia la derecha. A pocos pasos veréis una cruz indicando el sendero que realiza la linea de la cresta -aunque sin apenas visual aérea debido a la frondosidad del bosque- hasta llegar al Puig de Boronet (315 metros) y la Creu de Sant Isidre.
Desde aquí tendremos una vistas maravillosas a la población de Sitges con su conocida iglesia y campanario en primer plano. Sin duda, un hermoso lugar para llegar por la mañana o a la hora del atardecer. A mediodía como hice yo tendrás el sol de cara y no tendrás otro remedio que realizar fotografías a contraluz.
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A partir de aquí descendemos de forma rápida hasta llegar a las primeras urbanizaciones conocidas como Quintmar donde parece que quien no tiene piscina en casa es un apestado de la comunidad. Seguimos la carretera principal que en unos 20 minutos nos dejará en el centro de Sitges y en la estación de tren donde retomar el camino a casa.
0′ Garraf
1:45′ Pla d’en Querol
2:45′ Vallgrassa
4:15′ Fin PR C-37
5:15′ Creu de Sant Isidre
6:00′ Estación de RENFE de Sitges
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Recorrido similar aunque no exactamente el mismo:
Hola cuando hagas excursionesde un dia me las pasas.merci