Cuando te vas de viaje no hay nada como los consejos que pueden darte los locales. Durante nuestra estancia en Antibes nos alojamos en casa de unos amigos. No teníamos previsto visitar Mónaco pero charlando sobre las opciones turísticas que ofrece la costa azul surgió Mónaco en la conversación y me indicaron un lugar ideal para contemplar este pequeño país del mediterráneo sin la necesidad de entrar en él.
La idea nos pareció interesante y combinamos una jornada de un día en coche visitando los rincones que esconde la costa azul desde Antibes en dirección norte hasta llegar a Mónaco. A la vuelta del principado guardamos unas horitas más para realizar una visita más profunda a la ciudad de Niza.
Camino a Mónaco podíamos escoger entre la posibilidad de ir por la autopista o por la carretera que sigue la costa. Nos decantamos por la segunda opción para disfrutar del paisaje. Encontramos tráfico especialmente al entrar en cada una de las poblaciones que la carretera cruza, algo especial en agosto. De esos kilómetros de costa me gustó especialmente las vistas a Saint Jean Cap Ferrat. En la misma carretera encontraréis zonas de parking para estacionar y poder hacer fotos a las vistas.
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Al llegar a las proximidades de Mónaco encontramos una buen atasco en la carretera. No obstante, nosotros teníamos otra misión que consistía en contemplar Mónaco desde lo alto y disfrutar de unas vistas poco conocidas del país.
Justo antes de cruzar la frontera, nos desviamos a la izquierda para subir una carretera que nos dejó en pocos minutos en el pueblo de La Turbie en Francia. Antes de llegar a la rotonda principal del pueblo encontraréis un desvío hacia la derecha. Aseguraos que la calle se llama route de la Tete du Chien. Seguidla hasta el final. Encontraréis soldados protegiendo un extraño complejo a lo alto del monte. No obstante, podéis aparcar y pasear por la zona que no está vallada.
Seguid un camino de tierra que desciende y atraviesa un pequeño túnel con grafittis y algunos desechos que indican que ese sitio por la noche es un picadero sí o sí. Seguid el camino hasta el final y ante vosotros se abrirá un acantilado de grandes proporciones y el país de Mónaco a vuestros pies con toda su extensión.
Solo encontramos una familia paseando por el lugar. Sin duda, las vistas desde La Turbie a Mónaco son una delicia y parece que poca gente las conoce. Nos quedamos un buen rato admirando el perfil de este curioso país. Sus abigarradas calles, sus altos edificios, el enorme palacio sobre Montecarlo. Nos imaginamos por donde circularían los coches de Formula 1 desde lo alto y nos preguntamos si el helicóptero que vimos emergir de Montecarlo no llevaría al mismo príncipe Alberto en su regazo.
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Me alegro que llegaras Andrea! Es un lugar poco conocido y con unas vistas tremendas!
Gracias a tus comentario llege sin problemas y disfruté de las vistas. Gracias.
Tal vez estoy fuera de topico, pero estoy rastreando en iniciar mi propio sitio web y me questionaba que se necesita para ponerse en movimiento? Estoy asumiendo que tener un blog como el tuyo costaria mucho capital? No soy muy bueno con el Internet, así que no estoy al 100% seguro. Cualquier evocacion sería bastante valorada.
Vaya, dos veces en Mónaco y no había oído hablar de estas vistas.
Ni que decir tiene que debe ser de lo mejor que puedes hacer en el país. Eso, ver el palacio real y pasear por delante de Hermitage y Casino en Monte Carlo.