El lugar en el que creces deja una huella sempiterna no solo en tu corazón, sino también en tu carácter. Ahora que estoy a punto de volver a vivir en el lugar en el que pasé los mejores veranos de mi vida, esta idea se hace más nítida que nunca. Y es que en mi viejo apartamento de El Campello (Playa Muchavista, para ser más exactos) disfruté al máximo del mar, la piscina, las tardes de juegos, los partidos de fútbol y tenis hasta la extenuación, los primeros amores y las primeras borracheras, las fiestas de verano, las sesiones de cine al aire libre, las risas, los besos, las exaltadas bienvenidas y desgarradoras despedidas de esos amigos que venían solo a pasar unas semanas, y a los que no verías durante el resto del año. Unos amigos que sigo contando entre los mejores y más cercanos, porque éramos una pandilla al estilo de ‘Los Goonies’ (o, para los más contemporáneos, ‘Stranger Things’). Amigos que entraron en mi corazón cuando apenas era un niño y en él construyeron su caseta en el árbol, para convertirse en auténticos Peter Pans en mi recuerdo. Por ello El Campello es, para mí, un lugar mágico… Pero también lo puede ser para ti, como lo es para cualquiera que visita esta localidad alicantina que es mecida tranquilamente por las aguas del Mediterráneo.
Los algo menos de 30.000 habitantes de El Campello viven en un lugar privilegiado a orillas del mar. Un lugar en el que sus gentes tienen el buen talante de aquellos que sienten que aún pertenecen a ese antiguo y adormecido pueblo de pescadores que vivieron sus padres. Un lugar en el que puedes caminar por su paseo marítimo casi cualquier día del año, gracias a esas temperaturas agradables que solo se dan en los paraísos. Un lugar en el que disfrutar de una gastronomía basada en frescos productos locales: pescados del mar (la Lonja de El Campello es famosa en la provincia) y verduras y frutas de las cercanas huertas. Un lugar en el que reposar, pero también en el que vivir sus fiestas a fondo y en el que puedes realizar un amplio número de actividades de todo tipo. Así es El Campello.
¿Lo disfrutamos juntos?
Cómo llegar a El Campello
Para poder comenzar a disfrutar de las muchas cosas que ver y hacer en El Campello, primero hay que saber que esta localidad alicantina se encuentra a unos 13 km al noroeste de la capital de la Costa Blanca.
Si estás alojado en Alicante y no quieres coger el coche, la forma más cómoda y barata de llegar a El Campello es tomando el tranvía. Desde Alicante, tienes paradas en el centro de la ciudad – Mercado y Plaza de los Luceros – encontrando un par de servicios cada hora que te llevarán a El Campello en una media hora.
Otra opción es el autobús de línea, siendo la línea 21 la que mejor te viene desde el centro de Alicante.
Por último, si has optado por un coche de alquiler, no tardarás más de 20 minutos en ir del centro de Alicante al centro de El Campello.
Sin embargo, si te apetece hacer algo de deporte y descubrir El Campello de una manera distinta, ¿por qué no ir en bici desde Alicante y hacer alguna de las muchas rutas cicloturistas que ofrece El Campello? Eso es lo que elegí yo.
Rutas cicloturistas en El Campello
Vendí mi coche hace unos 8 años y desde entonces elegí moverme en bicicleta por Alicante y alrededores. Tampoco penséis que soy una especie de Indurain, pero algo me defiendo aunque mi bici sea del segmento bajo, acorde a la calidad de mis pedaladas. Una de las cosas que más me gusta de desplazarme en bicicleta es el hecho de poder disfrutar de los lugares tranquilamente, parando donde me apetece y marcándome mi propio ritmo. Creo que es una buena forma de conocer un sitio. Eso también aplica a El Campello.
Las opciones de rutas cicloturistas en El Campello son muchas y variadas. Las hay más duras y más sencillas, con más y menos cuestas, de más y menos distancia… Un buen popurrí que deja contento a toda la posible gama de perfiles ciclistas.
La mayoría de esas rutas se internan en el interior de una provincia alicantina que, aunque todo el mundo la conoce por sus magníficas playas, también esconde bellos parajes naturales de montaña. Sin embargo, si queréis realizar la ruta ciclista campellera por excelencia, os aconsejo que me sigáis por los pasos de la senda de Les Puntes de Gosàlvez.
Ruta ciclista de Les Puntes de Gosàlvez
Antes de comenzar, quiero dejar claro que aunque nosotros hicimos la ruta en bicicleta, la ruta circular de Les Puntes de Gosàlvez es muy buena opción para aquellos que tan solo quieren dar un paseo por la naturaleza – apto para toda la familia – o entrenar al trail running, esa modalidad de correr, cual cabras, por la montaña y caminos rurales que tan de moda se ha puesto en los últimos años.
Esta sencilla ruta circular de algo menos de 6 kilómetros discurre por pequeñas colinas cubiertas de típica vegetación mediterránea, en cuyas laderas aparecen los restos de antiguos bancales en los que se cultivaban almendros y olivos. Las pendientes no suelen ser muy pronunciadas y la senda está compuesta de arena y piedra.
Aunque al ser circular se puede hacer en cualquiera de los dos sentidos, nosotros decidimos comenzar nuestra etapa en el merendero de Les Puntes de Gosàlvez. Era un espectacular día de noviembre, en el que el sol nos saludaba desde un cielo totalmente raso y la temperatura sobrepasaba los 25 grados con cierta holgura. Podía parecer raro a estas alturas del año, pero siempre hay que recordar que El Campello disfruta de un clima muy parecido al que debió de existir en el paraíso antes de la manzana, la serpiente y demás.
El merendero – al ser un día entre semana y con el maldito covid aún estorbando nuestras vidas – estaba vacío y se respiraba una quietud casi absoluta en el ambiente. Algo perfecto para entrar en comunión total con la naturaleza.
Haz click para más info y llévate un 5% de descuento.
Así, comenzamos a pedalear por el sendero local SL-CV 93, que se halla perfectamente señalizado con sus marcas verdes y blancas. Aquí y allá, se veía algún algarrobo, olivo y almendro que habían quedado abandonados, creciendo silvestremente junto a pinos y arbustos mediterráneos. El conjunto global del paisaje me recordaba, en cierto modo, al que había visto hacía poco en Almería. Y es que algunas de las estampas que veía en Les Puntes de Gosàlvez podría haber servido como escenario para uno de los famosos spaguetti western del gran Sergio Leone.
Tras una constante subida, encontramos un cartel que nos indicaba un desvío hacia la Caseta dels Caçadors. Si quieres explorar a fondo ese valle que se encuentra a los pies de la Sierra de la Ballestera, no tomes el desvío, pues si continuas recto hallarás un buen número de caminos que se entrecruzan y dividen aquí y allá, ofreciendo multitud de variantes para aquellos que quieran hacer una paseo más largo.
Nosotros giramos y comenzamos a ascender de manera más pronunciada, para luego descender un poco antes de subir nuevamente hasta la caseta. En lo alto de una pequeña colina, la Caseta dels Caçadors ofrece una bella panorámica del campo, el mar y la costa de El Campello. Desde ese momento, ese azul del Mediterráneo nos acompañó durante un descenso vertiginoso – cuidado con las grandes piedras que a veces aparecen en el camino – que nos llevó a un tramo de campo muy divertido antes de regresar a nuestro punto de inicio en el merendero.
Haciéndola tranquilamente y parando para tomar fotos y disfrutar del paisaje, la ruta en bicicleta se puede realizar en 45 minutos. Si vas a pie, suelen ser unas dos horas a paso tranquilo. Una gran opción para conocer los paisajes del interior de El Campello.
Después de la ruta, te aconsejo que hagas lo que hicimos nosotros, pedalear otros cuatro kilómetros kilómetros hasta la zona de los Baños de la Reina, donde pudimos quitarnos el sudor y el calor con un magnífico baño en uno de los mejores puntos para bucear en El Campello. Pero eso es otra historia que os contaré en el próximo artículo.
Pincha aquí para hacer tu reserva.
Otras rutas ciclistas en El Campello
Aunque en esta ocasión realizamos un circuito que se encontraba enteramente dentro de los límites municipales de El Campello, hay muchas otras rutas que puedes arrancar o terminar aquí, junto al mar. Algunas de las que te recomiendo son las siguientes:
- El Campello – Vía Verde del Maigmó: esta es una ruta exigente, lineal y de unos 48 km de longitud (comenzando en El Campello) que te lleva por la vía verde del Maigmó en un trazado muy bien señalizado y adaptado, pero en constante ascenso y que presenta un desnivel importante desde el kilómetro 25. Solo para aquellos que quieran machacarse. La recompensa: los bonitos parajes del Maigmó, una de las cimas más importantes de la provincia.
- El Campello – Relleu – Cuevas del Canelobre: Un largo recorrido circular de unos 80 kilómetros que, partiendo desde el nivel del mar te lleva a una altitud máxima de 900 metros, y te acerca a la huerta y montaña alicantinas, y a las bellas Cuevas del Canelobre, en Busot. Las Cuevas del Canelobre poseen una de las bóvedas más altas de toda España, con una altura de 70 metros, pareciendo una auténtica catedral pétrea. Se puede visitar su interior, en el que se practica la espeleología e incluso se celebran conciertos, debido a su inmejorable acústica.
- El Campello – Monnegre – El Embalse de Tibi: otra ruta algo menos exigente y muy bella en la que podrás admirar la belleza de las aguas del Embalse – o pantano – de Tibi, situado sobre las aguas del río Monnegre. Es circular y tiene unos 50 kilómetros de distancia, siendo de dificultad media y con un desnivel positivo de unos 900 metros.