La parte oeste de Jerusalén forma la «ciudad nueva» que contrasta con los callejones y religiosidad de su centro histórico. Durante las últimas décadas ha crecido considerablemente y es en esta zona donde encontraréis multitud de restaurantes modernos y lugares para salir de copas por la noche.
Desde la puerta de Jaffa, basta con seguir la carretera de Jaffa hasta llegar a Ben Yehuda. A unos 600 metros al norte encontraríes la plaza de Zion. Esta zona es el centro neurálgico de la marcha en Jerusalén y está repleta de cafés, bares y restaurantes. Especialmente el foco de luz por la noche se concentra en las callejuelas al sur de Nahalat Shiv’a.
La calle Ben Yehuda sería algo así como los mini campos Eliseos de Jerusalén. Por las noches se llena de gente paseando y durante las horas de compra está a rebosar de gente.
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Si estáis cansados de comer kebabs y falafels en la parte este o en el casco antiguo, encontraréis un montón de variadas opciones en el este de Jerusalén.
Con un francés que conocí en el hostal Petra nos dirigimos un par de noches hacia el oeste de Jerusalén donde comimos de maravilla a precios razonables y nos tomamos unas cervezas en unos cuantos bares que abrían hasta bien tarde. Sorprende después de haber pasado casi tres semanas en países islámicos donde ver una cerveza es tan difícil como ver una mujer con el pelo suelto. En la parte oeste de Jerusalén puedes disfrutar de ambas cosas como si uno felizmente se encontrara en casa.
Por desgracia no apunté el nombre de los lugares a los que acudimos. De hecho, no nos movimos demasiado de las calles Yoel Salomon y Ma’alot Nahalat Shiv’a. Esta zona se encuentra al sur este del barrio Nahalt Shiv’a, justo debajo de la plaza de Zión. Encontraréis multitud de terrazas, bares con música de todo tipo -especialmente electrónica- y un montón de restaurantes.
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En ambos lugares comimos bien y no pasamos de los 70-80 shequels.