El fetichismo sigue ganando adeptos en el país del Sol Naciente.
El país que nos trajo a Son Goku y, más tarde, una legión de diferentes cómics, películas y merchandising manga, sigue aportando los elementos más extravagantes y fetichistas en la industria del ocio y servicios.
Desde hace años, en Japón se ha dado un crecimiento de una industria que tiene como objetivos principales a las mujeres otaku – chicas que son fans de las películas de animación, juegos de ordenador o consolas y cómics -.
En el primer café colegial de Japón, el Edelstein Boarding School, camareras de aspecto aniñado se visten como colegiales, se ríen y flirtean con mujeres mayores que ellas que actúan como sus patronas y hacen el papel de visitantes de la escuela como benefactoras. Las camareras son seleccionadas durante una criba en la que se busca una fisionomía que les haga parecer uno de los chicos con aspecto femenino que aparecen en los comics manga de amor entre chicos jóvenes.
El tema del role play no es nuevo en la cultura japonesa y de hecho existen muchos cafés en los que se da este tipo de atracción como divertimento para el cliente. Los antropólogos tienen su propia teoría de porqué ocurre esto en Japón. Según ellos, es lo que utiliza la población para evadirse de la estructura social tan rígida y tan separada por géneros que tiene el país. Sin embargo, normalmente, estos negocios suelen estar más dirigidos al público masculino, no siendo éste el caso del café Edelstein.
La clientela del café está formada por mujeres en sus 20 y 30 que son auténticas fan de todo lo relacionado con el manga y, sobre todo, de lo que tenga que ver con la última oleada de publicaciones en las que se trata el amor entre chicos – incluyendo sexo gráfico y bondage – con apariencia casi femenina.
¡Está causando furor entre todas las frikis japonesas!. Desde luego, un punto estos japoneses.
Vía, Vagabondish
TFW
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