El pasado viernes nos instalamos en el refugio Corral Blanc en Planoles con el propósito de realizar una ascensión y ruta circular al Puigmal. El refugio se encuentra a unos 6 kilómetros de distancia del pueblo siguiendo una pista asfaltada y a 1,900 metros de altura.
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Sorprendentemente, éramos los únicos que habíamos reservado para el fin de semana y no encontramos más compañía que la pareja que lleva este refugio privado, un par de gatos y un husky. Realmente todo un lujo. Nos alojamos en régimen de media pensión por 29 euros y la comida y el trato fue excelente. El refugio tan sólo tiene unos 5 años de vida y se nota por la calidad de sus materiales y colchones. Además, tener un refugio de montaña para ti solo, aunque te pierdas buenas conversaciones con otros montañeros, no tiene precio.
El sábado tras desayunar partimos del refugio y seguimos la pista asfaltada. Antes de llegar al collet de les Barraques (menos de 1 km.) nos desviamos siguiendo las marcas verdes y blancas que nos llevan al Puigmal. Seguimos la valla que corta el vértice de la montaña. A lo largo de la ascensión se tienen preciosas vistas del valle del Ripollés y a la taciturna niebla que cubre con su manto la plana de Vic casi todas las mañanas.
La ascensión es directa flanqueando la sierra de la Vaquerissa hasta el Pas dels Lladres (cuyo nombre -ladrones- evoca a épocas de hambre y contrabando) a 2,531 metros. El paso corta el vértice entre el Puig de Dòrria y la Tossa del Pas dels Lladres (2,665 metros). En este punto viramos hacia el norte y nos encaramamos por la vertiente oeste del Tossa del Pas dels Lladres. Desde aquí obtenemos preciosas vistas del Puigpedrós, la sierra del Cadí el corazón del Pirineo catalán y la parte francesa no tan bonita con la pista de esquí de Puigmal a nuestros pies. Atravesamos unos remontes y proseguimos la ascensión por el vértice con el Puigmal ya ante nosotros. Seguimos por el clot de la Pastera (2,649 metros) y ya solo nos queda rematar la ascensión hasta lo más alto del Puigmal.
Desde Planoles apenas encontramos 4 pesonas realizando la ascensión al Puigmal facilitando el avistamiento de rebecos y aves de rapiña. En la cima del Puigmal encontramos varias decenas procedentes de Fontalba, Queralbs o del Santurario de Núria. Era el 10 de septiembre y al día siguiente se celebraba la Diada Nacional de Catalunya y el Puigmal representa uno de los picos más emblemáticos de Catalunya junto con el Santuario de Núria tan cerca. Encontramos a mucha gente subiendo con la bandera y celebrando la antesala de la Diada.
Desde el pico del Puigmal podemos contemplar la Olla de Núria en toda su extensión. Toda una serie de picos pueden carenarse desde el Puigmal hasta Ulldeter sin necesidad de bajar al valle si el tiempo acompaña.
Tras picotear chocolate y frutos secos emprendimos el descenso hacia el Santurario de Núria. Esta vez encontramos a más senderistas por el camino. El descenso no contempla complicaciones y nos adentramos en el valle con el circo de montañas rodeándonos en todo momento. Una bonita cascada nos sirvió para realizar otra parada y descansar.
Llegamos al Santuario de Núria y encontramos a mucha gente disfrutando del sábado y día precusor a la Diada. No nos entretenimos mucho, recargamos botellas con agua de una fuente potable cercana a la ermita y emprendimos la marcha por la variante del GR 11 – 8 hacia el oeste que se dirige hacia el coll de Fontalba. Existe un cartel en Núria que concreta en 2 horas y media la distancia con el refugio de Corral Blanc. No obstante, a nosotros nos costó 3 horas y nuestro paso no era especialmente lento.
El camino hacia Fontalba evita grandes desniveles y corta la sierra en horizontal. El sendero, fácil de seguir, se adentra en bosque y zonas despejadas que ofrecen bellas imágenes del valle de Núria y Ribes de Freser.
Llegamos al collado de Fontalba y encontramos multitud de coches aparcados. Nosotros seguimos la variante del GR 11 – 8 que sigue cortando la montaña en horizontal y evita los picos adentrándose por el bosque. Nos costó unos minutos poder encontrar las señales. Conviene subir ligeramente hacia el Cim de la Dou y virar a la derecha para encontrar el camino que emprende un ligero descenso por la otra vertiente de la montaña.
Siguiendo nuevamente las señales rojas y blancas del GR11- 8 podíamos ver nuestro punto final de etapa al fondo, el collet de les Barraques. Lejos de dar ánimos, el collet se encuentra a tal distancia que desanima tras tantas horas de travesía hasta el momento. El camino realiza una circular larguísima para poder retomar la última vertiente de la sierra. Cruzamos el río sobre un pequeño puente de madera en buen estado y nos preparamos para el último tramo de la jornada sobre un camino fácil y plano hasta llegar al collet de les Barraques. Desde aquí tan solo unos cinco minutos de descenso sobre la pista asfaltada nos alejaban del refugio Corral Blanc.
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En total la jornada duró 10:30 horas y poco más de 8 horas reales de caminata. Una jornada dura pero placentera. Ideal para realizar durante los largos días de verano y, como demostramos, posible también a mediados de septiembre.