Tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina y con ella llegan las cenas y comidas con amigos, colegas de trabajo y familia, el frío (supuestamente, porque en Alicante no bajamos de los 20 grados últimamente), los anuncios ñoños y de juguetes, la nostalgia, el Gordo de la lotería y los regalos. Para estas dos últimas cosas tan navideñas te doy ideas para que sepas a dónde viajar en enero. Y es que uno de los mejores regalos que se pueden hacer, ya sea Navidad o verano, es un viaje. Y si te toca el Gordo, que sea un viajazo… O varios.
El mes de enero parece que se hace complicado por la famosa «cuesta». Al resacón navideño se le une el hecho de que nos hemos quedado pelados después de tanto gasto y la melancolía que nos contagia el que los días aún sigan teniendo pocas horas de luz. Por eso hay que planificar el viaje de enero en diciembre, cuando las luces y el ambiente navideño nos contagian el buen rollo y compramos viajes con ilusión.
Aquí os dejo unas cuantas ideas variadas para que consigas decidir a dónde viajar en enero:
Índice de contenidos
1. San Sebastián
Aunque San Sebastián es una ciudad que merece la pena visitar en cualquier momento del año, se erige como una firme candidata entre los lugares a donde viajar en enero porque los días 20 y 21 podrás disfrutar de la famosa Tamborrada de San Sebastián.
Durante 24 horas (desde la media noche del 19 al 20 hasta la media noche del 20 al 21), los tambores, desfiles, música y fiesta se apoderan de las calles de la ciudad. En una celebración -consagrada al patrón de la ciudad – que se originó (en su forma más cercana a la que conocemos hoy en día) en el siglo XIX, los tambores tocan piezas compuestas por el compositor donostiarra Raimundo Sarriegui (1840-1913). Cerca de 20.000 personas desfilan enfundados en trajes militares de la época napoleónica, trajes de cocinero, porta estandartes, etc.
Una fiesta que no te puedes perder mientras disfrutas de los magníficos pintxos de la ciudad, la Playa de la Concha y los otros muchos atractivos que ver en San Sebastián.
2. Andorra
Enero es temporada de esquí y, para ello, pocos lugares encontrarás, en la Península Ibérica, mejores que Andorra. Las estaciones de Grand Valira y Ordino Arcalís ofrecen una gran calidad y cantidad de pistas para los amantes del esquí y el snowboarding.
Yo, que soy un pésimo esquiador y hace tiempo que desistí, también valoro mucho las otras bondades de Andorra. El «aprés ski» en sus bares y restaurantes de las estaciones está bien, pero mejor está la fiesta nocturna de sus bares y discotecas. Además, si tampoco te mata esquiar, siempre puedes pasártelo en grande con un trineo o hacer excursiones con raquetas de nieve.
Tras el desgaste físico durante el día, no hay mejor opción para recuperar fuerzas que las aguas termales de las piscinas de Caldea. En definitiva, un gran destino para viajar en enero.
3. Noruega
Es cierto que quizás Noruega no sea el mejor destino al que viajar en enero si pensamos en el tema económico. Noruega es un país en el que el adjetivo «caro» se mueve como pez en el agua. Sin embargo, saquea el supermercado antes de ir y no dejes que el tema económico sea un contratiempo que no te permita disfrutar de las auroras boreales en bosques cubiertos por la nieve.
La luz del día apenas dura unas horas en la región ártica de Noruega, pero la belleza del paisaje es tal que no te importará. Lo mejor llegará cuando la noche traiga consigo ese cielo oscuro teñido de ondas de luces verdes que parecen creadas por extraterrestres. No verás otro espectáculo igual en los cielos de nuestro planeta.
4. Cataratas de Iguazú, Argentina y Brasil
Comienza el verano en el hemisferio sur y sus atracciones turísticas resplandecen bajo el sol. Sin embargo, ninguna lo hace como las cataratas del Iguazú. Aún me queda mucho por ver de este planeta tan bello que tenemos, pero creo que nada podrá superar a lo que sentí al contemplar este espectáculo de la naturaleza. Estuve 45 minutos observando, petrificado, la potencia con la que el agua se despeñaba por la Garganta del Diablo, el salto de agua más espectacular de los más de 250 que hay en el Parque Nacional de Cataratas del Iguazú.
El río Iguazú parece fluir mansamente, rodeado de una selva densa y tupida, hasta lanzarse al vacío por los distintos cortantes. Las pasarelas del lado argentino de las cataratas te llevarán a penetrar más profundamente en la maraña de cascadas, mientras que el lado brasileño – que puedes recorrer tranquilamente en 2 o 3 horas – te da una perspectiva distinta, al situarse justo frente a los saltos más espectaculares del lado argentino.
El tren en el que se recorre parte del lado argentino suena la magnífica banda sonora que el gran Ennio Morricone compuso para «La Misión», una película que me marcó a los 10 años y que hizo que quisiera visitar las cataratas desde bien joven.
En el lado argentino, además, puedes adentrarte en la selva siguiendo el Sendero Macuco y situarte casi bajo los chorros de agua viviendo la experiencia náutica.
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Uno de los mejores destinos a los que viajar en enero, pero también en cualquier otro momento.
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- Excursión a las ruinas de San Ignacio y las Minas Wanda
- Cataratas de Iguazú, lado brasileño
- Excursión a la aldea aborígen Yriapú
- Tour descubrimiento de las Cataratas de Iguazú y el Parque Nacional en 5 días y 5 tours
- Otras excursiones desde Puerto Iguazú
- Otras excursiones desde Foz de Iguazú
5. Río de Janeiro, Brasil
Y sin irnos muy lejos de Iguazú, llegamos a Río de Janeiro. No es la capital oficial de Brasil, pero es la mejor urbe, con diferencia, del país.
Río es todo: baile, risa, fiesta, playa, buen rollo, colorido, sensualidad, gente guapa, magia, sudor, deporte, naturaleza, pobreza, riqueza, música… Una ciudad que no te la acabas ni en meses. Uno de esos lugares en los que me habría gustado vivir una temporada larga. Probé sus mieles alquilando un pequeño apartamento en segunda línea de la famosa playa de Copacabana. Estuvo genial, pero me quedé con ganas de más… De mucho más.
Al viajar en enero a Río de Janeiro, irás en chanclas y bañador a visitar el Cristo Redentor del Corcovado, el peñasco llamado Pan de Azúcar, la belleza salvaje del cercano Parque Nacional de Tijuca, las playas de Ipanema y Copacabana, las míticas gradas del estadio de Maracaná, los bares de Lapa… Y mucho más.
Pasea por la ciudad, observa a su gente… Y contágiate. Los brasileños tienen una alegría inherente que es la envidia de muchos europeos que siempre parecen llevar un nubarrón de problemas sobre sus cabezas. Allí la vida se vive al día, sin más. Disfruta de la mejor ciudad de Brasil, porque si ellos mismo dicen que en São Paulo se trabaja y en Río de Janeiro solo te diviertes, imagínate lo que debe ser.
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6. Marruecos
Tan cerca y a la vez tan lejos. Así me parece Marruecos desde que Ryanair dejó de operar vuelos directos entre Alicante – donde vivo – y un buen número de ciudades de este bello país del norte de África.
Marruecos siempre me ha fascinado por su diversidad. Playas kilométricas – y casi desiertas – en su costa atlántica (con Essaouira a la cabeza), ciudades de cuento como Chauen, o la mítica Marrakech, los senderos del valle del Riff y las altas montañas del Atlas, sin dejar de soñar con las arenas del mítico desierto del Sáhara. Es un país en el que soñar despierto y que, en enero, nos ofrece un clima templado que podemos agradecer, alejado del horno que es en verano.
7. Sídney, Australia
Otro lugar al que viajar en enero para disfrutar de temperaturas veraniegas es Sídney. Aunque muchos lo creen, no es la capital administrativa de Australia, pero sí su ciudad más poblada e importante.
Estuve en Sídney en un par de ocasiones y recorrí su bahía, con el puente y la Ópera como máximos iconos, el Jardín Botánico, la mítica playa surfera de Bondie Beach y muchos de sus modernos barrios llenos de vida. Además, me escapé a una hora de la ciudad para un cambio total de paisaje y experiencias. A esa distancia se encuentran las Blue Mountains, una zona natural llena de cañones de roca caliza y bosques casi impenetrables jalonados por cascadas de agua. Es un lugar precioso en el que perderte varios días.
Y aunque Sídney es un gran destino al que viajar en enero, lo cierto es que te aconsejo que adelantes tu viaje unos días. Llega a esta ciudad australiana a tiempo para poder vivir en ella la entrada al nuevo año. Yo tuve la suerte de hacerlo en la Nochevieja del 2003-2004 y es algo que no olvidaré jamás.
Entonces, ¿a dónde vas a viajar este enero?