No lo podemos negar, nos encantan los puentes. Cuando miramos el calendario y vemos esos dos números en rojo que caen viernes y lunes, lunes y miércoles o miércoles y viernes, una reacción química poco compleja se produce en nuestro cerebro y, automáticamente, nos encontramos mirando páginas de vuelos, destinos y hoteles para organizarnos un corto viaje que nos sirva de escapada de la rutina por unos días.
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En este año 2015, nos basta con un domingo y martes de diciembre para marcharnos a ver algunas maravillas europeas. Aquí os dejo algunos lugares relativamente cercanos en los que puedes profundizar con un viaje de 4-5 días:
Índice de contenidos
Praga, República Checa
Personalmente, la considero una de las capitales europeas más completas. Praga atrapará al viajero que va buscando romanticismo, al amante de la historia y la arquitectura, y a aquel que busque diversión y ocio nocturno.
Cruza el Puente de Carlos para acceder al corazón de la Ciudad Vieja, donde su plaza sirve de lugar de concentración de los visitantes mientras esperan que las figuras del famoso reloj astronómico se pongan en funcionamiento. Pero no tienes por qué esperar de pie. Degusta una de las magníficas cervezas checas sentado a una de las mesas del bar situado frente al reloj.
La cerveza aquí es variada, buena y realmente barata. Pruébala en bares y micro destilerías, como Zly Casy, y acompáñala de algunos de los consistentes platos típicos de la zona, basados sobre todo en caldos, carnes y comidas pesadas, propias de un país de duro invierno.
Vagabundea por la bella Ciudad Vieja; visita el Castillo de Praga con su famoso Golden Lane medieval; recorre el barrio judío con su emblemático cementerio y la sinagoga; deja tu marca en el muro de John Lennon; y disfruta de las vistas de la ciudad desde la colina de Letna.
En esta época del año puedes, además, disfrutar de sus famosos mercadillos navideños.
Por la noche puedes elegir entre pasear melancólicamente por las iluminadas calles y disfrutarlas casi en privado o entrar a los bares y entregarte a una de las mejores fiestas de Europa Central.
Verona, Italia
Verona es una de las joyas escondidas de Europa. Sus grandes atractivos quedan ensombrecidos, a menudo, por la historia de Romeo y Julieta. Pero Verona es mucho más que la historia inventada por Shakespeare sobre estos dos desgraciados enamorados.
Las calles del centro de Verona poseen un aire a medio camino entre la grandeza romana y el oscurantismo medieval. El Arena de Verona, un anfiteatro romano erigido en el siglo I, es uno de los mejores conservados del mundo y el segundo más grande, tan sólo superado por el Coliseo de Roma. Hoy en día sirve como auditorio histórico para óperas en la temporada veraniega.
Cerca del Arena multitud de pequeños restaurantes, bares, cafeterías, tiendas de souvenirs y de grandes marcas, atraerán tu atención, pero deja que tus pasos te guien hacia la emblemática Piazza delle Erbe, con su imponente torre medieval. Esta plaza ejercía de centro socio-económico de la ciudad desde el tiempo de los romanos.
Cómo no, visita el supuesto balcón de Julieta, donde miles de enamorados se fotografían y, hasta hace unos años, dejaban escritos mensajes de amor en paredes y ventanas. Tampoco dejes de lado el museo del castillo de Castelvecchio, la antigua colina romana y alquila un coche para acercarte a visitar el cercano Lago di Garda y los pintorescos pueblos que jalonan sus orillas.
Lisboa y Sintra, Portugal
La decadente y bella Lisboa expresa a la perfección el sentimiento melancólico que suele acompañar a la estación otoñal. El Tajo encuentra aquí su salida desesperada al océano, cerca de una enorme Plaza del Comercio, confín de uno de los más bellos cascos históricos del continente.
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Pasea por los miradores que conducen al Castillo de San Jorge, toma el tranvía para acercarte al Monastero de Los Jerónimos o la Torre de Belén, degusta algunas de las múltiples variables culinarias del bacalao, tómate unos buenos vinos, escucha los melancólicos fados en algún tugurio del Barrio de La Alfama o disfruta de la noche hasta la madrugada en restaurantes, bares y pubs del Barrio Alto.
Tras unos días en la capital lusa, toma un tren a la mágica Sintra. Este pueblo de cuento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, tiene en el Castillo de los Moros y el Palacio da Pena sus dos grandes tesoros. Pero todo Sintra es un monumento. Sus calles estrechas con casas de colores cuyos bajos están ocupados por restaurantes, cafeterías, chocolaterías y tiendas de souvenirs. Sus casas aristocráticas y el gran Palacio Nacional. Todo esto rodeado por verdes bosques que tapizan la colina sobre la que se asienta el Palacio Da Pena.
Un tesoro muy cercano.
La Rochelle, Francia
La Rochelle es una pequeña joya levantada sobre las marismas de la costa atlántica francesa. Al ser, durante siglos, un importante enclave militar, pasó de una manos a otras de manera constante, acumulando un legado histórico impropio de una ciudad de tal tamaño.
La calidad de vida y gastronomía de La Rochelle y su cercanía a las bellas islas de Ré, Oléron y Aix, la convierten en uno de los destinos turísticos más visitados de Francia.
No debes perderte su puerto, el paseo marítimo, los mercadillos del centro, las torres de La Cadena y San Nicolás y el Aquarium. Si te gustan las ostras, aquí encontrarás -dicen los expertos- las mejores del mundo.
Pula, Croacia
La ciudad de Pula, con sus escasos 70.000 habitantes, ha sido el centro económico y político de la región de Istria desde los tiempos del Imperio Romano.
Prueba de ello es el anfiteatro de Pula (Arena de Pula), el sexto mayor del mundo. La región de Istria en sí tiene una gran belleza natural, con bosques de pinos y unas playas naturales, de arena y roca, bañadas por limpias aguas de distintas tonalidades azules. La temperatura suele ser bastante agradable y recorrerla en bicicleta es una buena y sana idea.
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Con estas ideas ya no tienes excusa para perderte unos días antes de que llegue la Navidad. Aprovecha para tomar buenas fotos de las que puedes imprimir postales en overnightprint y enviarlas a tus seres queridos como felicitación navideña. ¡Feliz puente!.
Muy buenos consejos!