
Bloggers en Fitur 2012 (c) Avistu
Como lo prometido es deuda, esta es la continuación del artículo que se publicó la semana pasada, 10 errores que debes evitar al organizar un Blog Trip (I), y que dividí en dos partes en razón de su extensión (a ver si no quién iba a leerse más de 2.000 palabras en estos tiempos de 140 caracteres).
Aquí van los últimos cinco errores que no debería cometer una oficina de turismo o una agencia que decide organizar un blog trip, las cosas que no hacerles a los invitados, los bloggers:
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Índice de contenidos
6.- No les permitas tener tiempo libre.
Entiendo perfectamente que el tiempo es limitado, que en el destino hay un millón de cosas interesantes que ver y que quien organiza un blog trip quiere que se vean todas. No es posible, lo sabes tú y lo sabemos nosotros.
Organiza, filtra, selecciona…e intenta que haya tiempo libre entre actividades o por la tarde antes de cenar para que el bloguero pueda hacer cosas tan mundanas como (pegadme por el ataque de hedonismo) relajarse en la piscina del hotel, responder a emails/menciones en Redes Sociales en el ordenador, descargar fotos de la tarjeta de memoria al portátil o (ver el punto anterior) callejear a su ritmo.
Si vas a empezar las actividades del día a las 08:30 am y resulta que terminas la cena a las 02:00 am, el segundo día tendrás a unos blogueros que se te dormirán en las charlas (además de en el autobús).
7.- No les ayudes a trabajar.
El Smartphone y la cámara los ponemos nosotros, pero les pasa como a tu móvil: las baterías se agotan, y cuando te pasas las horas en Twitter, Facebook e Instagram, se agotan muy rápido. No hay escena más recurrente en un blog trip que la llegada a un restaurante y el lanzarse a buscar por las paredes un enchufe, ni más frustrante que no poder tuitear algo interesante por no tener batería.
Que conste que siempre he visto la solidaridad del “yo ya he cargado a un 60%, ponte tú que sólo tienes un 10%” pero que el acompañante/guía de la organización se llevara en la mochila una regleta o un adaptador múltiple (de tres tomas) sería de agradecer.
Perdón, sí que hay otra escena recurrente al llegar a un sitio, “¿Tiene WiFi? ¿cual es la clave?”, porque el 3G consume más batería que el WiFi (solución: ver el párrafo anterior).

Blogueras tomando notas (c) Avistu
8.- No les pidas cuentas.
Has invertido tiempo y dinero, ajeno y privado o públicamente presupuestado, en llevarte a unos bloggers al destino, les has ofrecido actividades y acceso a atracciones o puntos de interés, así que lo normal es conseguir algo a cambio ¿no?. Pues esa siempre es una zona gris por la que muchas veces se pasa de puntillas en la relación bloguero – destino.
“Queremos que nos conozcas y veas todo lo que X tiene que ofrecer” es la frase más habitual, indirecta y diplomática que me pueden escribir en un email. “Me encantaría viajar a X y conocerlo mejor, estoy seguro de que va a ser una experiencia increíble” suele ser la respuesta habitual y sincera.
Seamos más directos. Los dos. ¿Quieres difusión en redes sociales? ¿quieres que escribamos un post sobre el destino? Vamos a hacer cosas interesantes, que merezcan la pena, que me hagan querer contarlo. Y lo contaré.
9.- No les pagues por su trabajo.
Aunque hablar de dinero no sea de caballeros, las compañías eléctricas, los proveedores de Internet y los supermercados suelen preferir el dinero (en efectivo o tarjeta) en lugar de que les escribamos un post. Los bloggers tenemos que enfrentarnos a diario a esa incongruencia.
Verás, asistir a un blog trip le supone a algunos bloggers sacrificar días de vacaciones y a otros sacrificar tiempo con la familia. Durante el mismo, hacemos fotos, tuiteamos, hacemos preguntas, tomamos notas, vamos corriendo de un lado para otro y dormimos menos horas que cuando salimos de fiesta con los amigos. Es decir, trabajamos (aunque lo estemos pasando bien).
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A la vuelta, hay que pasar horas seleccionando fotografías y editando las mejores (y, creedme, entre la cámara y el móvil se hacen muchas fotografías), hay que repasar las notas que hemos tomado, buscar y confirmar datos (pocas cosas le dejan a uno más en ridículo que llamar barroco a un edificio gótico) y, casi nada, escribir un post si la experiencia lo merece.
Es decir trabajamos como periodistas, pero no cobramos de ningún medio.
¿No es lógico remunerar todo ese trabajo, especialmente si tenemos en cuenta el punto 8?

Un bloguero nunca come caliente la comida caliente ni fría la comida fría (c) Avistu
10.- No pienses que el Blog Trip convencional ha muerto.
El Blog Trip convencional ha muerto.
Repasa el punto número 1: un blog trip es sólo una parte de las acciones de difusión de la oferta turística de un destino. Y todos los destinos los están haciendo. Hay que diferenciarse con acciones más amplias y soluciones más imaginativas, hay que probar cosas nuevas, hay que ser flexible, multidisciplinar y proactivo (¿verdad que es fácil decir esas palabras? Otra cosa es darles un significado).
Esto es casi auto-explicativo y me permitiréis que no me extienda más porque Viajablog es miembro de la agrupación de bloggers «Travel Inspirers» y no quiero que se piense que este punto es una acción de márketing.
Si os habéis fijado, en ninguno de los diez puntos anteriores estoy mencionando al lector, ya sea de tuits, historias en Facebook o posts en un blog. Lo he pasado por alto intencionadamente porque un lector no debería poder distinguir cuando un viaje es una invitación, pagada o no, o el alojamiento y manutención salen del bolsillo del blogger.
Nosotros contamos historias, contamos experiencias, unas buenas otras menos buenas, y lo hacemos con sinceridad y honestidad, eso es ser un profesional. Tratadnos así y pedid que nos comportemos como tales (pero siempre con una sonrisa, después de todo viajar es un placer).
Nota: El artículo está basado en mi experiencia personal como editor de Viajablog acudiendo a viajes en su representación y también en acciones de difusión y promoción realizadas como parte de la agrupación de bloggers «Travel Inspirers» de la que Viajablog es miembro fundador. Aunque me he tomado la libertad de utilizar el plural hablando de los bloggers, que conste que es sólo una licencia, no el resultado de ninguna encuesta.
Por si hiciera falta añadirlo explícitamente, las opiniones reflejadas en este artículo reflejan sólo mi opinión, no la de Viajablog como conjunto. Pueden ser, o no, compartidas, y publicarlas no indica ni una cosa ni la otra, sólo libertad editorial, etc. etc.
TFW
Política de transparencia: En Viajablog encontrarás información para viajar repartida en 6000 artículos como este, que abarcan todos los continentes y que son fruto de nuestro tiempo y esfuerzo, además de pasión. En esos artículos pueden aparecer enlaces a productos y servicios de utilidad para tus viajes (como hoteles, seguros de viaje, etc.) que nos proporcionan una pequeña comisión si los compras o contratas a través nuestro, pero que en ningún caso suponen un aumento de precio para el lector.
No te lo tomes como algo personal, era simplemente un comentario al hilo de la reflexión que haces en este post doble.
Entiendo lo que dices acerca de la imparcialidad y de la voluntad del bloguero de hablar de un destino con independencia, tanto si el viaje le sale gratis como pagado de su bolsillo. Aún así, sigo pensando que esa circunstancia debería indicarse. Y planteo dos motivos para ello:
1. A la hora de hablar de un destino, sobre todo cuando se trata de un hotel o restaurante, uno de los factores a tener en cuenta es el precio. Si lo pagamos de nuestro bolsillo este factor lo tendremos mucho más presente que si nos sale gratis. Ejemplo: voy a un restaurante de alta cocina (y alto precio); si lo pago yo puedo decir que me parece un timo pagar un montón por unas porciones demasiado pequeñas, pero si voy invitado puedo decir que la cocina experimental estaba deliciosa, aunque las pociones fuesen un poco pequeñas.
2. Al ir invitados, aunque sea inconscientemente, siempre estamos inclinados a hablar favorablemente de quien nos invita (en este caso, el destino). Es algo inevitable. Nadie va a cenar a casa de alguien y dice que no le gustó el vino. Dejando de lado a quienes quieran dar una buena imagen para ganarse otros blogtrips, incluso quienes pretenden ser honestos se ven afectados de forma inconsciente.
Por eso, y porque lo lectores se lo merecen (incluso los que no llegan desde las redes sociales), no cuesta nada indicar las cosas.
Pero como te digo no estoy acusando a nadie ni mucho menos, es simplemente una reflexión para complementar estos posts, que me han gustado mucho.
Hola Felipe:
Me parece curiosa la interpretación que le haces a mi frase porque a mí ni se me había pasado por la cabeza que se pudiera leer así :) Verás, lo que quiero decir – y aclaro para otros lectores – es que la forma de contar la experiencia debería ser la misma y el lector no debería notar un mayor «positivismo» en una frente a la otra.
Un ejemplo de hace pocos meses es un viaje a Praga, del que publiqué cinco posts entre Diciembre del año pasado y Febrero de este, en el que menciono los dos alojamientos en los que pasé varias noches, el Hotel Century Old Town y el Hostel Rosemary. Uno de los dos lo pagué yo y en el otro estuve por cortesía de los responsables de Turismo de la República Checa. Aunque es bastante obvio dónde lo decidió mi presupuesto y dónde no, la lectura de esos artículos no debería indicarle al lector que uno de ellos no me costó ni una corona checa, a eso me refiero con mi comentario.
Respecto a indicar si un viaje es o no una invitación o privado, yo tenía la costumbre de publicar un post la víspera o el mismo día de comenzar el viaje , el blog trip, indicando que «me voy con X a Y» y añadir la agenda correspondiente. He dejado de hacerlo, pero no porque quiera ocultarlo, sino porque hoy en día lo anuncio en Facebook y Twitter (en @avistu o @viajablog indistintamente) y con el correspondiente hashtag cualquiera puede seguir mis pasos y actividades (y los de mis compañeros, porque nunca me han ofrecido un blog trip individual).
Te puedo decir que nunca me he encontrado una invitación a conocer un destino en la que los organizadores pretendan hacer pasar por privado un viaje que no lo es. Si se diera el caso, me sorprendería mucho por la petición.
Un saludo y muchas gracias por dejar tu comentario.
J
Hola Juan Manuel:
Para algunos, los blog trips son el formato de los viajes de prensa pero con bloggers, pero son cosas (relativamente) distintas y de ahí nació la idea de mi artículo. Espero que pronto puedas participar en uno de ellos y ver «desde dentro» cómo es la experiencia.
Muchas gracias por dejar tu comentario.
Un saludo,
J
Me ha gustado todo, excepto esa frase del final que dice «un lector no debería poder distinguir cuando un viaje es una invitación, pagada o no, o el alojamiento y manutención salen del bolsillo del blogger».
En mi opinión, que soy lector aparte de bloguero, los posts patrocinados deberían indicarlo siempre. Y sí, una invitación donde el bloguero se ahorre dinero es un tipo de patrocinio. Una simple frase de «invitado por el hotel X» o «en un viaje pagado por la agencia X» no hace daño, y aumenta la confianza del lector.
Normalmente a los blogtrips van varios blogueros juntos, y publican más o menos al mismo tiempo. Es muy curioso ver cómo algunos mencionan que fueron invitados y otros no dicen nada al respecto. En mi caso me sirve para seleccionar los blogs que me interesa leer. Y esos son los que escriben de forma honesta con las cartas sobre la mesa, claro.
Entiendo que esto pueda ser fuente de debate, entre otras cosas porque a veces los organizadores piden expresamente que no se mencione la naturaleza pagada del viaje.
Hola!
Muy buenos post y educativos, al menos para mí.
Aquí en Argentina se está empezando a practicar los blogtrip, claro, yo soy muy nuevito en blogs de viajes y todavía no me ha tocado invitación. Si tengo amigos, que están participando de ellos y ahora después de leerte me han surgido muchas preguntas para hacerles y seguir aprendiendo.
Gracias!
Un abrazo y buenos rumbos!!!